La junta de gobierno de Banco de México (Banxico) dijo que información disponible sugiere que la economía muestra una desaceleración mayor a la anticipada, con signos de debilidad en el segundo trimestre.

La mayoría de los miembros de la junta agregó que el balance de riesgos para el crecimiento económico ha ampliado su sesgo a la baja y, entre los desafíos mencionó la posibilidad de que se presenten dificultades con la ratificación del acuerdo comercial T-MEC y nuevas amenazas arancelarias por parte de Estados Unidos, de acuerdo con las minutas de la más reciente decisión de política monetaria, publicadas este jueves.

El Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 0.2% en el primer trimestre respecto al periodo previo, poniendo en aprietos al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prometió una expansión anual de hasta 4% hacia el fin de su mandato.

En su comparación anual la expansión de la economía mexicana fue de 0.1%, el cual fue su peor avance para un mismo periodo desde 2009 cuando cayó 5.5% en medio de la crisis económica.

Además, la mayoría consideró que es necesario atender el deterioro de la calificación crediticia soberana y de Pemex, y señaló la importancia de evitar un perjuicio adicional para la nota de la deuda de la petrolera estatal, luego de que Fitch redujo su calificación en junio.

Gerardo Esquivel muestra su lado ‘paloma’

El subgobernador, quien fue propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue el voto disidente en la reunión de política monetaria del 27 de junio.

El economista votó a favor de reducir en 25 puntos base la tasa de interés de referencia a 8%, sin embargo, el resto de la junta votó a favor de mantenerla en 8.25%.

La inflación ha tenido un comportamiento mejor a lo previsto en los informes trimestrales anteriores y se encuentra en una trayectoria convergente hacia la meta del Banco de México

argumentó Esquivel Hernández según las minutas.

Refirió que la inflación acumulada al primer semestre de 2019 fluctuará alrededor de 0.30% y será la segunda cifra más baja en lo que va del siglo.

Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que

La inflación en junio se moderó a 3.95% anual y se ubicó de nuevo en el rango de Banxico, cuyo objetivo es tener una tasa de 3%, con un piso de 2% y un techo de 4%.

Ante Donald Trump no hay que volvernos timoratos: Gerardo Esquivel, subgobernador de Banco de México.

Esquivel precisó que los datos anualizados de la inflación general y de la subyacente -que excluye a los bienes y servicios más volátiles como los agropecuarios y los energéticos y tarifas del gobierno- se han visto influidos (directa o indirectamente) por los aumentos de los energéticos en el segundo semestre de 2018.

Estos efectos, sin embargo, deberán disiparse en la segunda mitad del año por lo que estimo que la inflación a diciembre de 2019 estará muy cerca o incluso por debajo de 3.4%, es decir, en línea con los pronósticos de los Informes Trimestrales del año pasado

indicó el subgobernador.

Además, consideró que hay otros elementos a tomarse en cuenta en la determinación de la tasa de interés, como “el anunciado relajamiento de la política monetaria de los países avanzados y la notable desaceleración económica en el país”.

Argumentó que esos factores abren espacio para poder reducir la tasa clave en 25 puntos base sin poner en riesgo ni comprometer el mandato fundamental de la entidad, según las minutas.

Identificado como una de las ‘palomas’ de Banxico (a favor de políticas monetarias expansivas con bajas tasas de interés) , Esquivel ha diferido en las dos pasadas reuniones del tono restrictivo de la política monetaria (altas tasas).

En las minutas del 30 de mayo, Esquivel señaló que las expectativas de inflación podrían estar siendo afectadas por la propia comunicación del banco central.

Con información de Reuters