El número de migrantes centroamericanos que salen de sus países debido a los altos niveles de pobreza e inseguridad va en aumento y, con ellos también crece el número de solicitudes de refugio en México, que va en camino de convertirse en un país receptor de migrantes.
México ha permitido el paso de las caravanas de centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos, aunque un alto porcentaje de migrantes decide quedarse en México ante la violencia que enfrenta y el endurecimiento de las políticas antiinmigrantes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A finales de marzo, 12,716 migrantes hicieron una solicitud de refugio en México, de los cuales 6,999 son migrantes de Honduras. La mayoría de las solicitudes se registró en la delegación de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en Chiapas, con 7,597.
El número de solicitantes en los primeros tres meses es poco más de la mitad de las 26,900 personas que pidieron la condición de refugiado en México en 2018. La Comar prevé que la cifra se eleve a 50,000 peticiones al cierre de 2019.
Las circunstancias en Centroamérica en los últimos meses nos están pavimentando el camino para ser un receptor de migrantes, por ello México tiene que sentarse con los países centroamericanos para diseñar proyectos que permitan que la migración tome orden y crear polos de desarrollo en las comunidades locales
comentó Héctor Villareal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En su paso por México, el Estado debe respetar los derechos humanos de los migrantes, esto con independencia de su estatus legal.
Por otra parte, 80% de las personas que solicitan asilo bajo la figura de refugiados en México sea de nacionalidad hondureña no es una sorpresa.
El país es uno de los que sufren mayores niveles de desigualdad y violencia a causa de la guerra entre pandillas dentro del Triángulo del Norte de Centroamérica, que también comprende a Guatemala y El Salvador.
En Honduras, 66% de la población vive condiciones de pobreza. La situación se agrava en las zonas rurales, en donde una de cada cinco personas vive en pobreza extrema, con 1.90 dólares al día, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
El factor Trump
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá que generar nuevos polos de desarrollo para estos refugiados, que van en aumento ante las amenazas del presidente de Estados Unidos de cerrar la frontera para evitar el paso de migrantes.
México, al ser históricamente un país expulsor de migrantes no ha desarrollado políticas públicas que consideren la integración ordenada de los migrantes. La situación para México comienza a revertirse. En los primeros seis meses del año fiscal 2019 la patrulla fronteriza de estados Unidos detuvo a más migrantes no mexicanos que a mexicanos.
Lo anterior es la continuación de una reciente tendencia. Datos de la patrulla fronteriza arrojan que, en el año fiscal 2018, 62% de las detenciones fueron de migrantes no mexicanos, mientras que en el año 2000 la proporción fue de 98% de mexicanos detenidos.
El gobierno de México dijo que aceptará de forma temporal a los centroamericanos que están a la espera de la autorización para entrar a Estados Unidos. También anunció que, a quienes lo soliciten, entregará visas de trabajo para que participen en algunos proyectos de infraestructura, como la construcción del Tren Maya.
Los especialistas consultados coinciden en que será necesario que el gobierno federal emprenda medidas que permitan tener una migración ordenada acompañada de políticas públicas creadas de la mano de organizaciones civiles que permitan integrar de forma rápida a los migrantes al mercado laboral, servicios sociales y enviarlos a apoyar a regiones menos pobladas como Durango o Zacatecas.
Las políticas del gobierno no son consistentes, pero eso no es nuevo, desde hace 30 años ha sido muy descuidado en este tema. Va a ser necesario que el gobierno sea más claro respecto a los migrantes centroamericanos, pero también respecto al gobierno de Estados Unidos
dijo Gustavo Verduzco, especialista en migración rural-urbana del Colegio de México.
López Obrador dijo que, en la reunión que tuvo con con Jared Kushner, asesor y yerno de Trump, acordó la posibilidad de recibir una inversión de 10,000 millones de dólares, cifra de la que 5,000 millones de dólares se destinarán para diseñar políticas que atiendan el desarrollo de Centroamérica.
“La cuestión de migración va a ser uno de los problemas más importantes de los próximos 20 años, entonces hay que buscar soluciones de mediano y largo plazo”, dijo Villareal.