México comenzó este viernes a emitir permisos de aprobación previa para algunas exportaciones de acero, con el fin de asegurar que no se trata solamente de producto desviado desde China, de acuerdo con un reporte de Bloomberg.
Se trata de un paso para evitar que Estados Unidos vuelva a utilizar aranceles contra el acero mexicano, tal y como lo hizo el año pasado.
Los aranceles decretados en 2019 fueron justificados como materia de seguridad nacional, sin embargo, para Trump el movimiento tiene también un objetivo electoral, pues Pennsylvania es uno de los dos estados que más acero producen, y es uno de los territorios vitales para la potencial reelección del actual presidente.
La medida refiere a lo acordado hace unos días. La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) dijo que México acordó establecer un estricto régimen de monitoreo para abordar las alzas repentinas del comercio de tuberías de acero, tubos de acero mecánicos y productos de acero semiacabados.
Washington también estableció un nuevo límite a las importaciones de acero brasileño. Las limitantes al acero se unen a las tarifas impuestas al aluminio canadiense, que dificultaron las negociaciones del T-MEC e incluso provocaron que el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau no se reuniera con Donald Trump y el Presidente López Obrador.
Trump solicitó además que se revisara si las importaciones de fresas y moras mexicanas han afectado a los productores americanos, que se ubican principalmente en los estados de Georgia, Michigan y Florida, también importantes territorios en disputa.
Sanciones potenciales a los frutos mexicanos ocurrirían después de las elecciones de noviembre, y los agricultores mexicanos han pedido al gobierno que analice la opción de establecer tarifas recíprocas a importaciones estadounidenses como el maíz y el jarabe de maíz.
Expertos estadounidenses en negociaciones de comercio internacional han criticado la falta de rigor técnico en algunas de las áreas que el gobierno de Trump ha estado considerando, y han acusado que las decisiones se toman desde una postura electoral.
“Las acciones proteccionistas por un presidente en una campaña de reelección no son nuevas, pero la falta de cualquier análisis real sobre la posibilidad de que estas acciones lastimen los intereses nacionales es sorprendente”, dijo a Bloomberg Rufus Yerxa, presidente del Consejo Nacional de Comercio Exterior en Washington y representante de Comercio durante la administración de George H.W. Bush. “Mientras compre votos en estados disputados seguirán haciéndolo”.
Miembros del sector agrícola mexicano han acusado que estas acciones potenciales introducen incertidumbre al sector, sobre todo después de la entrada en vigor del T-MEC.