El deseo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de que Banco de México tenga un mandato dual, es decir, que también vele por el crecimiento económico y no solo por la inflación, parece tener cada vez menos trabas.

El objetivo del banco central es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, para lo cual su principal instrumento es la tasa de interés referencial. Esto, mientras que instituciones como la Reserva Federal o el RBA también velan por el crecimiento de la economía.

(…) también nos gustaría que no sólo fuera el control de inflación sino también se pensara en el crecimiento, pero bueno, en lo que corresponde al control de inflación nosotros vamos a actuar de manera muy prudente y responsable en crecimiento sin inflación

dijo López Obrador en enero pasado, cuando presentó el plan para el sector financiero, acompañado por el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León.

La semana pasada, el exgobernador de Banxico y ahora jefe del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, dijo que el banco central debe coadyuvar con el gobierno en la consecución de objetivos económicos más amplios, en la medida en que el cumplimiento de su mandato se lo permita.

En su intervención en la celebración del 25 aniversario de la autonomía de Banco de México, Carstens comentó que podrían presentarse circunstancias en las que Banxico pudiera ser “un tanto flexible en coadyuvar con el gobierno en perseguir un mejor desempeño de la economía nacional, propiciando mayores beneficios para la sociedad”.

Por lo que si Banxico tiene la capacidad de influir de esa manera, sin poner en riesgo el cumplimiento de su objetivo prioritario, debería actuar en consecuencia, lo que reforzaría el apoyo social y político a su autonomía.

Creo que la probabilidad de que se establezca un mandato dual es la más alta de que suceda a mediados de esta administración con un nuevo gobernador, no lo veo con el actual (…) Si realmente (Banxico) está preocupado por mejorar el bienestar social, el mandato doble es exactamente lo que se tiene que hacer

Alfredo Coutiño, director general de Moody’s Analytics para América.

El gobierno de López Obrador tiene a su favor la mayoría en el Congreso de la Unión, así como la posibilidad de nombrar a un nuevo gobernador del banco central en 2021, en caso de que no ratifique a Alejandro Díaz de León.

De acuerdo con Coutiño, es importante eliminar la falta de flexibilidad política para hacer frente a las condiciones económicas cambiantes permitiendo que la política monetaria contrarreste los altibajos cíclicos de la economía.

Y aunque la política monetaria no tiene el poder de aumentar la tasa natural de crecimiento, es un instrumento para mantener la economía funcionando alrededor de su estado estacionario, particularmente en presencia de perturbaciones del ciclo económico.

Aunado a esto, los últimos años de esfuerzos de estabilización de los precios, han tenido un costo en términos de crecimiento económico.

“Esta es precisamente la compensación que debe enfrentar un país cuando la política antiinflacionaria se convierte en una necesidad. Bajo este régimen, México ha sacrificado el crecimiento para lograr la estabilidad”, dice Coutiño.

En el estudio ‘Los grandes problemas de México’, publicado en 2010, el subgobernador de Banxico, Gerardo Esquivel, recomendaba hacer algunos ajustes a la estrategia de objetivos de inflación de Banxico, así como valorar la alineación de los objetivos del Banco con el objetivo dual de la Reserva Federal de Estados Unidos.

No obstante, Esquivel ha dicho recientemente que no ve necesidad de contar con un mandato dual.

El subgobernador Jonathan Heath por otro lado ha dicho que el debate sobre el mandato dual no tiene mucho sentido, ya que básicamente la conducción tal cual de la política monetaria no cambiaría con el mandato dual.

Coutiño agrega que el doble mandato ayuda a preservar el bienestar social, porque la calibración del instrumento monetario por parte del banco central permite a la economía evitar los altibajos del ciclo de negocios tradicional al mismo tiempo que preserva la estabilidad de precios.

Pero agrega que, ara evitar la tentación del gobierno de usar la política monetaria con fines políticas habría que establecer la regla fiscal estructural como mandato del gobierno, la cual obliga al gobierno a ejercer un presupuesto basado en ingresos estructurales y no a los sujetos al ciclo económico.