En México, ser mujer se ha convertido en un factor de riesgo. Miles de mujeres han alzado la voz y han salido a manifestarse en medio de las crecientes agresiones y de la impunidad que son víctimas.
Al grito de ‘yo sí te creo’, el fin de semana pasado, las mujeres salieron a manifestarse en Ciudad de México y en otra treintena de ciudades, luego de las irregularidades en el proceso de investigación de la presunta violación de una adolescente de 17 años por cuatro policías de la Ciudad de México, y otros casos de agresión sexual incluso en escuelas públicas.
En México, casi siete de cada 10 mujeres han sufrido al menos un incidente de algún tipo de violencia, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016 de INEGI. Y entre 2015 y 2018 los delitos de feminicidio se más que duplicaron. En el país, nueve mujeres son asesinadas cada día.
De acuerdo con el reporte ‘El costo de la violencia contra las mujeres en México’, medir los costos que alcanza la violencia contra las mujeres es una forma de medir su gravedad, persistencia e impacto en la sociedad. Un peso utilizado en atender la violencia es uno menos en inversión productiva, en educación, en investigación científica.
En este sentido, el costo de la violencia contra las mujeres en México en relación al PIB de 2015 fue de 1.4% o 1.8 billones de pesos, según el análisis hecho en conjunto por el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).
La violencia es otra de las expresiones de las desigualdades y asimetrías de género ya que otorga a mujeres y hombres diferentes identidades y formas de vivir. Los hombres aprenden el ejercicio del poder patriarcal y las mujeres a vivir bajo su dominio
dice el reporte ‘El costo de la violencia contra las mujeres en México’.
Respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), el costo de la violencia contra las mujeres obtenido representa 5% del gasto total en México (4.695 billones e pesos en 2015), esto es, el costo de la violencia fue 4.5 puntos porcentuales más alto que el gasto dirigido a la igualdad entre mujeres y hombres, que representó 0.5% del PEF.
Esto sólo si se considera que 13% de las mujeres violentadas denuncia, lo que significa que no utilizan los bienes y servicios que el Estado debe ofrecer para garantizar justicia y reparación del daño, por lo que el Estado ahorra lo que 87% de las mujeres no demandan en bienes y servicios. Por tanto, el costo sería mayor si las mujeres denunciaran y se llevara el proceso a término.
Tan solo entre enero de 2015 y junio de 2019 hubo 3,080 feminicidios, es decir, la muerte violenta de las mujeres por razones de género, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo; se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia; existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima; haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.
También cuando existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima; la víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida o el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
En cuanto a violencia sexual, un delito que no suele denunciarse en gran parte de los casos, según cifras del SESNP, entre 2016 y 2019 hubo 13,054 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violación.
Mientras que este año se han iniciado 7,734 carpetas de investigación por violación simple y 2,194 por violación equiparada.
En este escenario, México atraviesa una de las peores crisis de violencia contra las mujeres. El reporte del PUEG dice que es importante que aumente el presupuesto para la prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres con la finalidad de estimular la denuncia, realizar los procesos judiciales y garantizar la justicia.
“Sólo de esta forma, haciendo frente a la problemática con mayores recursos, se logrará en otro momento, la disminución de la violencia y del gasto en la misma”.
Con información de Carmen Luna.