La percepción de riesgo sobre Argentina se ha disparado a máximos desde 2015 de cara a las elecciones presidenciales en las que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner lidera las encuestas, y en momentos en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) es el mayor y preferencial acreedor del país sudamericano.
Lo anterior, mientras que las condiciones de vida de los argentinos empeora.
El riesgo país, medido a través de los Credit Default Swaps (CDS) a cinco años, cerró en 952.68 puntos base este martes, el nivel más alto desde 2015. El CDS es un instrumento que tiene como objetivo asegurar el pago de un bono emitido por empresas o Estados. El riesgo país de México y Brasil se ubicó en 106.20 y 169.90 puntos, respectivamente.
El FMI ha otorgado un préstamo de 57,600 millones de dólares, el mayor que ha hecho esta institución a un país, por lo que ahora es el acreedor preferencial del gobierno argentino, lo que puede dejar en desventaja a otros prestamistas.
Como el FMI tiene el estatus de acreedor preferencial, será el primero en la fila de acreedores y, por ende, el primero en cobrar. En otras palabras, si después de 2020 la Argentina no tiene suficientes dólares para pagar a todos sus acreedores, los inversionistas privados podrían verse obligados a reestructurar sus reclamaciones con pérdidas
escribió en Project Syndicate, Héctor R. Torres, miembro senior del Programa de Investigación de Derecho Internacional del Centro para la Innovación en Gobernanza Internacional.
El diario argentino El Cronista publicó que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no compró un dólar de los 10,000 millones de dólares que el Tesoro inyectó en el mercado a inicios de abril. Por el contrario, las divisas que Hacienda recibió como parte del restado del FMI serán cambiadas por pesos
De acuerdo con Torres, el hecho de que el gobierno argentino compre pesos “no tiene sentido” ya que los dólares que se propone vender para comprar moneda argentina serán muy necesarios para que el próximo gobierno pueda hacer frente a los pagos de deuda e intereses que vencen en 2020.
La economía argentina se hunde –una vez más– en una crisis económica en la que, para combatirla, entre otras medidas, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) restringió la base monetaria desde inicios de octubre pasado hasta junio de este año. La medida pretende reducir la inflación y cumplir con las condiciones impuestas por el FMI a cambio de la ayuda financiera,
No obstante, la inflación no ha dado tregua. El mes pasado se disparó 54.7% anual, ante lo cual el gobierno limitó la medida en que permitirá que el tipo de cambio nominal se debilite este año y, además impuso controles de precios.
Estos movimientos sugieren que los encargados de las políticas públicas están cada vez más preocupados por el desvanecimiento de las perspectivas de reelección del presidente (Mauricio) Macri y están dispuestos a recurrir a viejos hábitos para apuntalarlas
comentaron analistas de Capital Economics.
Mientras tanto, en el índice de la miseria de Bloomberg que que es calculado con la suma de la tasa de inflación y desempleo, Argentina se ubica en el segundo lugar, después de Venezuela.
En medio de esto, aunque la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner no ha confirmado si competirá en las elecciones presidenciales de octubre, diversas encuestas la dan como favorita debido a la alta desaprobación que enfrenta Macri ante la situación económica.
Funcionarios del FMI se han mostrado preocupados por las elecciones de octubre y ha dicho que es el riesgo más visible a corto plazo y podrían aumentar la ansiedad del mercado y llevar a salidas de pesos mayores a las esperadas.