El año 2020 no pinta fácil para Argentina, el país que ha recibido el mayor préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), con lo que es el principal acreedor del país sudamericano, otrora, una de las economías más importantes de América Latina.

El FMI prestó 57,600 millones de dólares al gobierno de Mauricio Macri, a cambio de implementar una serie de reformas de austeridad para mejorar su posición fiscal, y ahora el nuevo presidente, Alberto Fernández, buscará reestructurar el pago y, a la vez, revivir a la economía argentina.

Junto con una política monetaria y comercial, la capacidad del nuevo gobierno de Argentina para revivir la economía, recae en la relación que este tenga con el FMI

publicó en un reporte Oxford Business Group.

En su campaña electoral, Fernández se comprometió a renegociar el acuerdo, por lo que se necesitarían más conversaciones antes de que el FMI emita la próxima cuota de 5,400 millones de dólares del total del programa, lo que infunde cierto grado de incertidumbre al futuro de la relación, de acuerdo con Oxford Business.

Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pagos de deudas que se puedan sostener si el país no crece. Tan simple como esto: para poder pagar, hay que crecer.  Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el Fondo Monetario y con nuestros acreedores

dijo Fernández en su discurso de toma de poder el 10 de diciembre.

Agregó que resolver el problema de la deuda insostenible que tiene Argentina no es una cuestión de ganarle una disputa a nadie. “El país tiene la voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo”.

Aunque algunos analistas no son muy positivos respecto al futuro de la relación de Argentina con el FMI.

Para economistas de la firma británica Capital Economics, el enfoque vago del presidente Fernández de “crecer primero, pagar después”’ para la reestructura de la deuda no es realista.

(…) el FMI impulsará una gran reducción de la deuda privada para mejorar sus propias posibilidades de reembolso. Mientras que las pláticas entre el gobierno y sus acreedores continúan, es probable que se produzca un incumplimiento de la deuda de la ley local antes de un punto de crisis en el segundo trimestre de 2020

dijo Capital Economics.

Mientras tanto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, -pupilo del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz- anunció el martes un proyecto de reactivación económica que contempla desde impuestos a la compra de divisas para atesorar, seis nuevos tipos de cambio, alza de algunos impuestos, así como frenar los aumentos previstos a las jubilaciones, por mencionar algunos puntos.

El proyecto, que fue enviado al Congreso, se llama ‘Ley solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública’, y de acuerdo con algunos medios argentinos, es bien visto por el FMI.

Por lo pronto, en el tercer trimestre de 2019 el PIB argentino cayó 1.7%, luego de que en 2018 cerró con un descenso de 2.5%, según datos oficiales.

Durante su gobierno, Macri intentó recobrar la confianza de los inversionistas con políticas de libre mercado y una serie de reformas para reestructurar el sistema de pensiones y eliminar el control de precios en alimentos y combustibles.

En 2017 la economía creció 2.7% anual, pero sus políticas de austeridad resultaron poco populares para la población.

“La economía se contrajo en 2.5% el año pasado; una corrida sobre el peso ocasionó que el Banco Central aumentase su tasa de interés de referencia a un máximo de 85% en septiembre de este año; y la inflación interanual permaneció por encima del 50% durante gran parte de 2019”, dice Oxford Business.