Durante el segundo trimestre de este año el Producto Interno Bruto (PIB) del país repuntó a 19.5% a tasa anual y con cifras desestacionalizadas. Sin embargo, uno de sus principales componentes se encuentra en focos rojos.
Se trata de la formación de capital fijo, el cual muestra la dinámica de la inversión en el corto plazo y se integra por los bienes utilizados en el proceso productivo durante más de un año y que están sujetos a derechos de propiedad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), si bien presentó un crecimiento de 34.2% anual con ajuste estacionario lo antecede un historial de 10 decrecimientos al hilo (desde el último trimestre del 2018 comenzó a caer).
Lo anterior significa que es la primera vez que la inversión en el corto plazo crece en la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y por efecto rebote; la pandemia de COVID-19 solamente agudizó la situación.
Este escenario provocó que la formación bruta de capital fijo perdiera peso en el PIB.
Al inicio del 2019 contribuyó con 21.6% de la producción nacional, mientras al cierre del segundo trimestre del 2021, bajó a una participación de 19%, dando una reducción de 2.6 puntos porcentuales, siendo el único componente del PIB que disminuyó su aportación.
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¿Y los demás componentes del PIB?
En el periodo abril-junio del 2021, todos los componentes de la demanda final del PIB aumentaron de la siguiente manera:
- 41.8% la exportación de bienes y servicios (menos el incremento de 35.3% de la importación)
- 34.2% la formación bruta de capital fijo
- 22.3% el consumo privado y
- 3.7% el consumo de gobierno.
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Es importante decir que a excepción del consumo de gobierno, todos se contrajeron a doble dígito un año antes, por ende, registraron tasas elevadas.
El componente más importante del PIB del lado de la demanda es el consumo privado, que comprende el valor de las compras internas y externas de bienes, cualquiera que sea su duración, y de servicios, hechas por las unidades familiares y las instituciones privadas sin fines de lucro que sirven a los hogares.
Al segundo trimestre del 2021, el consumo privado aportó 64.9% del PIB nacional, frente a 64.2% al cierre del 2018.
En tanto, el consumo de gobierno, que comprende el gasto corriente total gubernamental en todos los niveles institucionales, ostenta una participación del PIB de 12.3%; esto corresponde a exportaciones netas, variación de existencias y discrepancia estadística.