En lo que pudo ser su penúltima participación en la reunión de política monetaria, el subgobernador de Banco de México (Banxico), Gerardo Esquivel, mantuvo su postura de lo que implica un apretamiento excesivo, lo cual consideró algo innecesario.

La junta de gobierno del banco central elevó en 75 puntos base la tasa de interés para ubicarla en 10.00% el pasado 10 de noviembre. El aumento, de 75 puntos base fue el cuarto de manera consecutiva en la misma magnitud.

En dicha reunión, Esquivel fue el voto disidente, al inclinarse por un incremento de 50 puntos base y llevar la tasa a 9.75%.

No parece ser necesario apretar mucho más. Lo que se requiere es permitir que continúe operando la postura monetaria restrictiva alcanzada, que opera con rezago

señalan las minutas publicadas este jueves

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Ante un riesgo latente

El subgobernador —que fue el candidato de México para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)— dijo que ante el ciclo de alzas, la economía mexicana enfrenta dos posibles riesgos, pero uno está latente.

Los dos riesgos a los que se refirió Esquivel se basan en un apretamiento insuficiente que se traduzca en una inflación persistente y costosa de revertir, y en segundo término en un apretamiento excesivo, que afecte la estabilidad macroeconómica y financiera.

Conforme se ha aumentado la tasa, el primer riesgo ha disminuido, mientras que el segundo ha incrementado

añadió Esquivel

Aunque una de las razones por las que Banxico ha estado en línea con la Reserva Federal de Estados Unidos es para mantener el diferencial de tasas y ‘ayudar’ al peso mexicano frente al dólar, Esquivel consideró que en este contexto “hay una oportunidad inmejorable para realizar el ajuste mencionado con un riesgo mínimo”.

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