Los ingresos de 13.7 millones de trabajadores mexicanos apenas lograron cubrir sus necesidades básicas durante 2021, pues a final de cada mes les sobraron alrededor de 335 pesos, lo que imposibilitó su capacidad de ahorro para el futuro.

Esta cantidad resulta de contemplar un ingreso de 4,251 pesos al mes —del salario mínimo de 141.70 pesos del año pasado— que cubre la canasta alimentaria y no alimentaria urbana que fue de 3,916.83 pesos en el último mes de 2021, según el Consejo Nacional de Evaluacion de la Politica de Desarrollo Social (Coneval).

Dicho valor de las canastas es una referencia, mas no un patrón de consumo porque cada hogar tiene distintas necesidades.

Con este nivel de ingresos, además de la dificultad para ahorrar también complica el adquirir otros bienes o servicios que resultan indispensables para las familias mexicanas, dice el profesor de Economía de la FES Aragón, Román Moreno Soto.

No alcanza a consolidar un nivel de ahorro suficiente que les garantice cubrir lo mínimo, ni poder acceder a otro tipo de benefactores, en garantizar que tengan ciertos derechos que la propia ley establece como el derecho a la vivienda, salud, entre otros

dijo Moreno Soto.


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Al respecto, el director de desarrollo social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Rodolfo de la Torre, explicó que del total que están ocupados una parte está en el sector informal, por lo que no ven un efecto por el aumento al salario mínimo, pero sí aquellos que están en la formalidad.

Los nuevos entrantes al mercado laboral están llegando con menores niveles de salario que en el pasado. Los nuevos trabajos no son tan buenos como los que se perdieron

explicó de la Torre.

Problemas estructurales del mercado laboral

De la Torre identifica tres problemas del mercado laboral mexicano: estructural, relacionado a que la mayor parte está en la informalidad; el segundo es coyuntural por efecto de la pandemia, y el tercero por la desaceleración de la economía.

En esta administración había una tendencia que parece continuar de deterioro en el mercado de trabajo, en el sentido de que cae el crecimiento económico y ha continuado esa tendencia más allá de la pandemia

consideró de la Torre

Moreno Soto subraya que con estos ingresos persiste la precarización del trabajo a pesar de la incorporación de más personas al mercado laboral al cierre del año pasado.

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Si bien hay una recuperación del mercado laboral en términos absolutos, de una mayor ocupación, lo que vemos es que no se ha logrado revertir el fenómeno de la precarización que es notorio en las condiciones de trabajadores con ingresos más bajos

agregó el profesor

Sin mejora por aumento al salario mínimo

Aunque los esfuerzos del gobierno federal para aumentar el salario mínimo de 102.68 pesos en 2019 a 172.87 pesos para 2022, este se ha visto mermado por un periodo de alta inflación.

En el balance, el aumento al salario mínimo, el incremento en el empleo y en la canasta básica, se ha traducido en una reducción muy pequeña de la pobreza laboral, aquellos que no les alcanza para la canasta básica, pasó de 40.7% a 40.2% (del 3T21 al 4T21)

añadió de la Torre.

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Otra de las medidas fue la entrada en vigor de la ley al outsourcing, sin embargo, una parte del problema para percibir ingresos bajos recae en el sector privado, quienes contratan.

Es un problema estructural, durante mucho tiempo el asunto estaba dentro de cómo se involucraban las políticas del gobierno (también) de los oferentes, de quienes generan la oferta laboral. Las empresas en contubernio con políticas que favorecían esta precarización y permitieron llegar a la subcontratación que fue negativo para el empleo

dijo Moreno Soto

Esta situación al final no solo pasa por lo que está en la ley, explica Moreno, sino también con las prácticas de las empresas complicando la recuperación del mercado laboral.