El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que los ingresos de los hogares mexicanos lograron recuperarse desde 2018 a 2022, sin embargo, aclaró que los programas sociales no fueron la razón principal.
De acuerdo con el Análisis Económico Ejecutivo que la institución realiza semanalmente, los programas sociales han sido regresivos en los últimos años y no beneficiaron a quienes más lo necesitan, sino no a los deciles de mayores ingresos.
La organización asesora del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) indicó que aunque ayudaron a que el primer decil tuviera un incremento de 24% en su ingreso, la cifra fue en aumento en los deciles superiores, hasta llegar a 400% para el decil de la población con mayores ingresos.
Esto se debe probablemente a que los padrones de beneficiarios no están bien hechos. En todo caso, es injustificable que los programas sociales no muestren progresividad alguna en ningún tramo de ingreso
señaló el CEESP.
Asimismo, reiteró que los programas sociales que se otorgan actualmente son asistenciales y en su mayoría carecen de incentivos para romper el ciclo de perpetuación de la pobreza.
En 2018, el 28% de los hogares se beneficiaron de dichos programas gubernamentales y en 2022 aumentó a 34%. Pero el porcentaje de los hogares que los recibió en los dos deciles más desfavorecidos cayó, mientras que el de los dos de mayores ingresos se incrementó.
La progresividad de la evolución de los ingresos se debió a los ingresos del trabajo, particularmente al subordinado, puntualizó el asesor de la iniciativa privada.
No dejes de leer: Inseguridad afecta la inversión y el crecimiento económico de México, dice el CEESP
El papel de la inflación
De acuerdo con el CEESP, la inflación ha jugado como otro factor de la regresividad, particularmente por los aumentos en alimentos, bebidas y tabaco. Su precio, relativo al nivel general de precios, aumentó 12% entre 2018 y 2022.
En la primera quincena de julio los precios al consumidor aumentaron 0.29%, su menor avance para un mismo lapso en los últimos cuatro años. La inflación anual se ubicó en 4.79%, la más baja desde la segunda quincena de marzo de 2021.
A su interior el indicador subyacente de precios tuvo un alza mensual de 0.24%, para una variación anual de 6.76%.
Si bien es cierto que existe una tendencia a la baja, también es claro que el indicador ha mostrado cierta resistencia.