El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos no mostró ningún aumento durante mayo, debido a que la inflación aflojó ligeramente su control sobre la economía estadounidense, según se desprende del informe del Departamento de Trabajo (DOL).

Con ello, la inflación anual se ubicó en 3.3%, mientras que los economistas encuestados por Dow Jones esperaban un incremento mensual del 0.1%, para alcanzar una tasa anual del 3.4%.

Mientras que el IPC subyacente, excluyendo los precios de los alimentos y la energía, aumentó un 0.2% mensual y 3.4% en comparación con el año anterior, con las estimaciones respectivas del 0.3% y el 3.5%.

Finalmente, algunas sorpresas positivas, ya que tanto la inflación general como la subyacente superaron los pronóstico

dijo Robert Frick, economista corporativo de Navy Federal Credit Union.

El informe de inflación tuvo un impacto en los rendimientos de los bonos del Tesoro, los cuales cayeron mientras que los futuros del mercado de valores subieron.

La inflación de la vivienda aumenta

Aunque las cifras de inflación en general fueron más bajas para todos los elementos, la inflación en la vivienda aumentó 0.4% en mayo y 5.4% anual. Los precios de la vivienda han sido un punto problemático en la batalla contra la inflación de la Reserva Federal y, además representa una gran parte de la ponderación del IPC.

Hubo alivio en el surtidor, pero lamentablemente los costos de las viviendas y los apartamentos siguen aumentando y siguen siendo la principal causa de la inflación. Hasta que los costos de vivienda comiencen su tan esperada caída, no veremos caídas importantes en el IPC

señaló Robert Frick.

Por otro lado, los aumentos de precios fueron frenados por una caída del 2% en el índice energético y un aumento de sólo 0.1% en los alimentos. En lo que respecta al primero de estos, los precios del gas cayeron un 3.6%. Mientras que el seguro de vehículos de motor, experimentó una caída mensual del 0.1% pero subió más del 20% anual.

Reserva Federal y el recorte de tasas

Los mercados esperan en general que la Reserva Federal mantenga su tasa de referencia a un día en un rango de 5.25%-5.50%, pero buscarán pistas sobre la dirección del banco central durante su pronunciamiento de este miércoles.

Posterior a la publicación del IPC, los operadores de futuros aumentaron las posibilidades de que la Reserva Federal (Fed)l hiciera recorte en septiembre, lo que sería el primer movimiento a la baja desde los primeros días de la pandemia de COVID-19.

El mercado presentaba una probabilidad de una reducción en septiembre de alrededor del 73%, frente al 53% del día anterior, según la medida FedWatch del CME Group. Mientras que las probabilidades de un segundo recorte en diciembre aumentaron a alrededor del 72%.

Se necesitan más datos para que la Fed se flexibilice

Por su parte, funcionarios de la Fed han enfatizado que necesitan ver más de uno o dos meses de datos con resultados positivos antes de flexibilizar su política. 

Se necesitan tres meses más de datos de inflación muy favorables para recortar en septiembre. Si empiezan a flexibilizar o hablan de ello, creo que van a complicar sus propios objetivos de hacer que la inflación vuelva al 2%

dijo Joseph LaVorgna, economista jefe de SMBC Nikko Securities.

La inflación duradera ha mantenido a la Fed al margen desde que subió las tasas por última vez en julio de 2023. Además, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) actualizarán sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), así como la inflación y el desempleo, que podrían verse influenciadas por las cifras del IPC.

Mientras que los economistas esperan que la Fed aumente sus proyecciones de inflación y reduzca las perspectivas de crecimiento económico general reflejado en el PIB.

Con información de CNBC

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