Al cierre de la primera mitad del 2022, la economía mexicana continúa sin encontrar el rumbo que la lleve a cumplir las expectativas del gobierno federal.
Diferentes factores detienen la actividad económica del país, como la invasión rusa en Ucrania, los confinamientos en China o el ciclo de alzas de la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed).
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Pero el impacto directo, por su incidencia en el consumo de los hogares (65% del PIB), proviene de la elevada inflación, que en junio se ubicó en 7.99%, el mayor nivel en más de 21 años.
Estos elementos se reflejan en el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), el cual revela que en la primera mitad del año en curso se alcanzaría un crecimiento de 1.7%.
Este incremento, con ajuste estacionario, representa la mitad del objetivo del gobierno federal, cuya meta es llegar a un aumento de 3.4% del PIB.
En el 2022, habrá una desaceleración debido a la elevada inflación y las tasas de interés más altas, un crecimiento más débil en Estados Unidos y una inversión moderada en medio de un sentimiento empresarial endeble
aseguró FocusEconomics.
Riesgos latentes en México
La consultoría destaca que las interrupciones en la cadena de suministro, una posible recesión en Estados Unidos y la formulación de políticas erráticas son riesgos latentes para la economía mexicana.
Los mercados preveían un mejor resultado de la economía mexicana en la primera mitad del año por un menor desempleo, la disminución del impacto de la pandemia en la industria hotelera y tasas de doble dígito en las remesas.
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Por lo anterior, se suponía un mayor impulso en el consumo interno de México y por ende, una economía dinamizada, aunque los aumentos de los precios al consumidor pararon estos efectos.
De acuerdo el IOAE que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las actividades secundarias aumentarían 3.1%, empujadas por una repentina aceleración de la demanda estadounidense.
Mientras las terciarias apenas presentarían un ascenso de 0.8%, producto del daño al poder de compra de los mexicanos por la alta inflación, que a su vez, ocasionó subidas de las tasas de interés por parte del Banco de México, situación que encarece el costo de adquirir créditos al consumo.
Indicador adelantado también proyecta desaceleración
Otro elemento que augura un menor avance del PIB, es el Indicador Adelantado, el cual ratificó la desaceleración económica del país, ya que durante mayo del 2022 se situó en 100.32 puntos, el menor nivel en los últimos 17 meses.
Además, este índice presentó una disminución de 0.23 puntos respecto a abril, lo que significó la décima caída mensual al hilo, de acuerdo con el Sistema de Indicadores Cíclicos del INEGI.