Rodrigo A. Rosales
Durante el inicio del 2022, el dinamismo de la producción manufacturera del país se vio opacado por el desasosiego de la industria automotriz, sector que resiente el desabasto de semiconductores y los efectos negativos de la pandemia por COVID-19.
El valor total de la producción manufacturera llegó a 813,206 millones de pesos durante enero de este año, que significó un aumento de 10.0% a tasa anual real, hilando su segundo crecimiento a doble dígito.
Sin embargo, uno de los dos subsectores que cayeron fue el que corresponde a la fabricación de equipo de transporte, el principal motor manufacturero; su nivel productivo disminuyó 1.1% en términos anuales y reales, el séptimo descenso seguido.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dentro de equipo de transporte, que concentró 29.3% de la manufactura total de México, bajó 7.2% la producción de su pilar, fabricación de automóviles y camionetas -aportó 41.9% del subsector-.
La merma de esta rama económica se debe a que continúan las disrupciones en las cadenas de suministro a nivel mundial; en los meses posteriores su sumará el incremento de los precios de los insumos de la industria automotriz a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania.
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El otro descenso en equipo de transporte se observó en fabricación de bicicletas y triciclos, con una contracción de 33.4%, aunque su contribución al valor fue de 0.1%.
La segunda rama más importante en el subsector de referencia fue fabricación de autopartes, con una participación de 40.3% en el total y un crecimiento de 2.0% en el primer mes del 2022.