La industria manufacturera del país todavía no recupera sus niveles prepandémicos de producción debido a la incertidumbre que vive el sector automotriz, no solo por la escasez de semiconducotres, sino también por la regulación que se pretende hacer de los autos “chocolate”, la cual impactará directamente en el mercado de ventas.

Por un lado, el valor de producción de la manufactura mexicana ascendió a 5.90 billones de pesos en los primeros ocho meses del 2021, un crecimiento anual de 16.6% real y se explica principalmente a un efecto “rebote”, pues al comparar con 2019, representó una caída de 1.2%. 

Es decir, la industria manufacturera nacional se encuentra 1.2%, en términos reales por debajo de los niveles de producción de hace dos años, es decir, antes de la pandemia del COVID-19, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Dicho descenso se debió principalmente a la contracción de 11.9% en relación al acumulado enero-agosto del 2019, que presentó la fabricación de equipo de transporte, el principal subsector manufacturero que representa el 31.1% del valor total. 

Dentro del equipo de transporte, resaltan las contracciones de sus tres principales ramas: 

  • fabricación de automóviles y camionetas que presentó una baja de13.0% real frente al 2019, 
  • fabricación de autopartes con una caída de 9.3%
  •  fabricación de camiones y tractocamiones con una reducción de 7.8%

En conjunto aportaron 97.2% de la producción total de este sector en los primeros ocho meses del presente año, que sumó 1.83 billones de pesos corrientes. 

Desabasto de insumos afecta industria 

Este comportamiento en la industria automotriz se debió al desabasto mundial de insumos que ha impactado en los procesos de producción, como lo es la escasez de semiconductores.

A esta dinámica negativa se suma, por el lado del consumo, la idea de regularizar los autos “chocolate”, que son los vehículos que entran a México de manera irregular desde Estados Unidos.

Según Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), esto podría impactar en las ventas hasta en un 30% en los siguientes dos años.

Si se llega a hacer en todo el país, puede llegar en un marco de dos años a tener una caída (en las ventas) entre 20 %y 30% dependiendo de los factores y de las condiciones en las que se haga esta facilidad de introducir estos vehículos

dijo en una entrevista radiofónica.  

El sector automotriz tiene cuatro años con números negativos; el récord de ventas se obtuvo en 2016. Desde entonces el sector ha tenido un panorama poco alentador. 

“Los cambios en el entorno macroeconómico, las perspectivas de los consumidores en el cambio de gobierno y la pandemia han dejado un sector dañado, con lo que esta disposición lo dañará aún más”, expuso. 

Rosales recordó que con el gobierno de Vicente Fox, la introducción de autos de Estados Unidos al país generó un desplome en las ventas de autos nuevos y en vehículos usados dentro del mercado formal. 

El director de la AMDA comentó que lo ideal sería fortalecer y rediseñar el registro público vehicular en lugar de hacer una práctica ilusoria de que con los recursos que se obtengan se van “a tapar baches, eso se hace con recursos del Predial”. 

A su parecer es necesario contar con un fondo que ayude a promover el transporte público en la zona fronteriza del país y no “regular el contrabando automotriz”.