Los esfuerzos que se han dado a nivel mundial para estructurar un mecanismo que haga que las empresas multinacionales digitales paguen impuestos ha quedado comprometido, luego de que Estados Unidos suspendió su participación en las negociaciones en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En enero, 137 países acordaron que para finales de 2020 habría un acuerdo, bajo la batuta de la OCDE, sobre la imposición digital a empresas como Google, Amazon o Facebook, que tenga en cuenta su actividad real en cada país.

Pero el miércoles, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, dijo que “sugirió hacer una pausa (…) en un momento en que los gobiernos del mundo entero se concentran en la respuesta al COVID-19 y sobre la reapertura en toda seguridad de sus economías”.

Desde hace casi 10 años la OCDE y los países del G20, han buscado en el marco del programa de Erosión de la Base Imponible y la Transferencia de Beneficios (BEPS, por sus siglas en ingles), delinear un mecanismo que permita gravar a las empresas digitales y que éstas dejen de trasladar sus utilidades a jurisdicciones de bajas o nulas tasas impositivas.

La crisis del COVID-19 impone enormes desafíos a los presupuestos públicos en todos los países, lo que demuestra la necesidad de un sistema fiscal internacional más justo a nivel mundial, que asegure que todas las multinacionales paguen su parte justa de impuestos allí donde generan actividad real

dijo la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalización Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en inglés).

Por lo que llamó a impulsar medidas unilaterales, pero con carácter temporal al tiempo que los países siguen avanzando con compromiso fuerte para diseñar una arquitectura fiscal internacional verdaderamente justa y basada en el principio del multilateralismo.

Un estudio de los economistas Thomas R. Tørsløv, Ludvig S. Wier y Gabriel Zucman, estima que estimamos que cerca de 40% de las ganancias multinacionales se trasladan a paraísos fiscales a nivel mundial cada año.

Los gobiernos buscarán pronto en todas partes la manera de recaudar nuevos ingresos y la tributación sobre los beneficios de las multinacionales digitales será una importante fuente de ingresos como alternativa a la austeridad; los impuestos sobre los servicios digitales son, por lo tanto, una medida provisional adecuada

dijo Joseph Stiglitz, integrante de ICRICT.

El Nobel de Economía señaló que es probable que en noviembre haya una nueva administración en Washington que creerá en un sistema internacional basado en principios multilaterales.  “La cooperación fiscal tiene que ser parte de esta nueva visión del sistema internacional, ya que no podemos tener un mundo en el que uno pueda tomar represalias cada vez que algo no le guste”.

El secretario general de la OCDE, José Angel Gurría, dijo que la ausencia de una “solución multilateral” en los impuestos a los gigantes de internet podría derivar en una guerra comercial que en este momento de “crisis histórica todavía perjudicaría más a la economía, al empleo, a la confianza”.

“Sin un acuerdo multilateral, otros países tomarán medidas unilaterales”, dijo. “Esto tendría como consecuencia reavivar las disputas comerciales y, inevitablemente, aumentar las tensiones comerciales”, dijo Gurría.

Las tecnológicas multinacionales han escogido a países como Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Bélgica, Hungría e Islas Caimán, como sus destinos favoritos para efectos fiscales debido a sus bajas tasas tributarias.

“La crisis actual ha incrementado de manera drástica la necesidad de contar con recursos públicos. Ya no podemos permitirnos que las multinacionales digitales extremadamente rentables logren evitar pagar impuestos donde obtienen sus beneficios. En América Latina y en el resto del mundo, a medida que los gobiernos buscan nuevas fuentes de ingresos, es imperativo empezar a gravar a quienes han logrado evitar pagar su justa parte en el pasado”, dijo José Antonio Ocampo, presidente de ICRICT.

Este año, México comenzó a seguir los pasos de países como Francia para iniciar con el proceso de fiscalización de las plataformas digitales. Para lo que instrumento cambios en la legislación para que las plataformas digitales que operan en el país comiencen a cobrar el IVA por sus servicios, lo que le dará más señales al fisco de las utilidades que generan en México.

Con información de AFP y Carmen Luna.