Un impuesto mínimo del 2% sobre la riqueza de los multimillonarios del mundo generaría entre 200,000 y 250,000 millones de dólares en ingresos al año de recaudación a gobiernos.

De acuerdo con un análisis hecho por el economista Gabriel Zucman, profesor de Economía en la Escuela de Economía de París, una tributación progresiva afectaría inicialmente a unas 3,000 personas físicas, que poseen fortunas superiores a los 1,000 millones de dólares si pagan al menos el 2% en el impuesto anual sobre la renta.

El académico consideró que puede ser “algo técnicamente factible (…) puede parecer utópico, pero muchos países pueden implementarlo. Hay razones para creer que lo lograremos con el tiempo”.

Por su parte, Felipe Antunes, Coordinador General de Asuntos Financieros Internacionales del Ministerio de Finanzas de Brasil, indicó que hay gran interés en la propuesta brasileña y que el momento del debate ha resultado apropiado, ya que varios países ya han expresado su apoyo a un patrón tributario para los súperricos.

“Una de las principales preocupaciones del G20 Brasil es asegurarse de que los súper ricos paguen una cantidad justa de impuestos. Todavía necesitamos tener discusiones paralelas para ver cómo llevar esta propuesta fiscal a los países”.

Cooperación internacional es clave

En su análisis, Zucman enfatizó que la cooperación internacional es clave para mejorar la efectividad de los impuestos a los súper ricos, ya que un impuesto mínimo coordinado añade valor porque, en la práctica, existe el riesgo de que oculten sus ingresos y los envíen a países con menores tasas impositivas.

Por lo que un intercambio internacional y un estándar común de tributación son esenciales para evitar la competencia fiscal

Sin embargo, el experto señaló que el estándar normativo es flexible e implementado por los países como grupo o individualmente, a través de mecanismos de tributación interna como un impuesto estimado sobre una noción amplia de renta o riqueza.

“El G20 ha sido tradicionalmente bastante eficaz a la hora de poner en la agenda proyectos audaces e innovadores, así como proporcionar liderazgo político para acuerdos a largo plazo. “Creo que eso podría suceder aquí”, comentó.

Multimillonarios: los desafíos 

Para implementar la norma tributaria, Zucman enfatizó que es necesario sopesar los costos y beneficios de la propuesta y que, en este momento, la atención debe centrarse en los miles de millones de dólares que se pierden cada año al no gravar a los superricos.

“Estamos haciendo una propuesta básica para aumentar los impuestos a 3,000 personas. En realidad, no costará mucho, sino una pequeña fracción de lo que esperan de los 250,000 millones de dólares de ingresos adicionales”, concluyó.

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