La economía mexicana desafió la coyuntura internacional de desaceleración y dio una grata sorpresa durante agosto, aunque se prevé que para el cierre del 2022 pierda fuerza y esta dinámica continúe al inicio del 2023.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 4.7% en el octavo mes del año, respecto a igual periodo del 2021.
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Este incremento fue el mayor en los últimos 13 meses, dando paso a un aumento acumulado de 2.0% a tasa anual, por encima del pronóstico del mercado (1.8%).
Además, el IGAE se ubicó 1.1% por encima de febrero del 2020, antes de que llegara la pandemia de COVID-19 al país, aunque aún está 0.5% por debajo de sus niveles máximos.
Sorpresa mayúscula
Para Monex, se dio una sorpresa mayúscula en la coyuntura local, ya que el avance mensual de la economía fue 0.97%, cuando la estimación del propio Inegi era de un alza de solo 0.10%.
Con ello, nuestro país sigue desafiando la lógica de desaceleración, incluso cuando las cifras globales muestran un inminente cambio de tendencia
advierte el grupo financiero.
Destaca los avances en servicios de alojamiento (23.7% anual), lo que probablemente estuvo relacionado con el ímpetu que se vivió en la temporada vacacional tras dos años de restricciones sanitarias.
Así como en comercio al por mayor (11.0%), derivado de la reposición de inventarios que las empresas están llevando a cabo tras varios meses de problemáticas con las cadenas globales de valor.
Monex asegura que con el dato de agosto, se vuelve muy probable que el avance del PIB en el tercer trimestre del año sea por tercera vez al hilo cercano a 1.0%, lo que fijará un piso bastante alto para la variación.
De hecho, añade que si se calcula a partir del IGAE, el alza acumulada en lo que va del 2022 es de 2.2%, por lo que, a menos de que se dé un fuerte retroceso en el cierre del año, la economía tendrá un crecimiento mayor al de esta cifra.
Optimismo controlado
Sin embargo, Ve por Más (Bx+) es menos optimista con la dinámica de la economía mexicana.
El grupo financiero señala que la variación anual de 4.7% en agosto se debe, en buena medida, a una baja base de comparación derivada de la implementación de la ley de subempleo del año pasado.
Estima que la actividad económica se desacelerará fuertemente al cierre del 2022 y durante el próximo año.
El beneficio por la dilución de los efectos de la pandemia sobre la actividad, como menos restricciones en producción y normalización del gasto, será cada vez menor.
Incluso, la latencia de la política de tolerancia cero al COVID en China y de las tensiones geopolíticas, todavía pueden generar estragos en cadenas de proveeduría y en precios de materias primas
expone Ve por Más .
