Durante el tercer trimestre del año, la economía de México siguió mostrando fortaleza pese a factores adversos de ámbito local y externo; sin embargo, para el cierre del 2023 los retos son mayores por los efectos de la huelga en plantas automotrices de Estados Unidos y la devastación causada por el huracán Otis.
Considerando la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del periodo julio-septiembre, en serie desestacionalizada, la actividad económica del país creció 3.5% en el acumulado de los primeros nueve meses del año.
Este resultado supera el promedio de las expectativas de crecimiento de los mercados, de 3.0%, no obstante, los últimos sucesos complicarían la dinámica económica de México.
Es posible que el cuarto trimestre enfrente las adversidades más sustanciales hasta ahora al registrar los efectos de la huelga de trabajadores de la industria automotriz en Estados Unidos y del huracán Otis que dejó un fuerte impacto en Guerrero
advierte Monex.
Afectaciones por huelga automotriz
Para Banorte, si bien ya terminó la huelga del sector automotriz en Estados Unidos con un acuerdo entre el sindicato de trabajadores UAW y GM, cree que las afectaciones en México serán relevantes tras seis semanas de paro.
De acuerdo con la última actualización de la Industria Nacional de Autopartes, el impacto en ventas se estima en 780 millones de dólares al cierre de la semana previa.
Considerando la cronología del evento, creemos que los efectos en la producción local serán más evidentes en octubre, aunque no descartamos que puedan extenderse a noviembre tomando en cuenta rezagos en términos del manejo de inventarios en las distintas cadenas de producción
ahonda el grupo financiero.
Preocupaciones en la economía de México por Otis
De manera más negativa, una de las mayores preocupaciones para la economía de México incluye el efecto del huracán Otis en la costa de Guerrero, particularmente en Acapulco.
Para dimensionar, el PIB de la entidad representa alrededor de 1.3% del total nacional, mientras que su peso en el PIB turístico nacional es de cerca de 11%, del cual, más de 65% lo aporta Acapulco.
A lo anterior, se añade que los estimados de la reconstrucción de la zona aún son inciertos, con un rango que va de 12 a 18 meses, mientras los más escépticos proyectan la recuperación completa en 5 años.
Más adversidades
En tanto, Ve por Más (BX+) prevé que la economía desacelerará al cierre del año conforme se resientan los efectos del apretamiento monetario del Banco de México (Banxico) y del enfriamiento de la actividad en Estados Unidos.
El consumo seguirá apoyado en el corto plazo por el bajo desempleo y la elevada confianza. No obstante, lo anterior podría revertirse ligeramente, conforme se desacelere la actividad económica y crezca la incertidumbre. Además, los consumidores todavía enfrentarán una inflación algo elevada y, producto del endurecimiento monetario del Banxico, altos costos crediticios
explica BX+.
Asimismo, reconoce que la inversión fija bruta ha sido impulsada por los proyectos asociados al nearshoring y a la intención del gobierno federal por concluir sus obras insignia, pero esto sería contrapesado por un entorno de altas tasas de interés, mayor incertidumbre económica y erosión en los márgenes de utilidad de las compañías.
Ve por Más hace hincapié en que los indicadores oportunos del sector industrial de Estados Unidos apuntan a una tendencia de debilidad en los próximos meses, lo cual impactaría a las exportaciones mexicanas, sumándose que un enfriamiento económico en el país vecino del norte pesará sobre las remesas y la llegada de viajeros.
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