El consumo de los hogares, que es el componente más grande de la economía mexicana al representar casi dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, tuvo en febrero pasado su peor resultado en los últimos cuatro años.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) reveló una caída de 1.7% a tasa anual durante el segundo mes de 2025.
Esta disminución del indicador más relevante del bienestar económico de la población, por reflejar la capacidad de los hogares para satisfacer sus necesidades mediante la compra de bienes y servicios, representó la baja más pronunciada desde febrero de 2021 (5.3%).
Un alto nivel de consumo sugiere que los hogares disponen de ingresos suficientes, y eso es una señal positiva de la economía. Sin embargo, las decisiones de consumo no sólo dependen del nivel de ingresos, sino también de otros factores como la confianza del consumidor, las tasas de interés y las expectativas sobre el futuro económico del país
explica Banco Base.

Fotoarte: Andrea Velázquez
Descenso mensual en el gasto de los hogares
A tasa mensual, el IOCP mostró un descenso de 0.08% en el segundo mes del presente año, que representó extender a tres meses la racha con variaciones negativas.
Dicha contracción se dio en un entorno adverso, cuyas decisiones de los consumidores pueden volverse más cautelosas, afectando al consumo y al crecimiento económico.
Solo en febrero, la inflación anual aceleró a 3.77%, de 3.59% previo, mientras la creación de empleo formal perdió fuerza, pues pasó de 629,341 trabajos anuales creados en 2024 a 141,121 en este 2025.
Además, el peso se depreció 19.7% anual frente al dólar, la confianza del consumidor disminuyó por cuarta vez consecutiva y la tasa de interés objetivo sigue elevada (9.50%).
Los factores
Para Ve por Más (BX+), el bajo desempleo y el crecimiento en salarios aún darán cierto soporte al gasto, si bien la creación de empleo formal se enfría en un contexto de bajo crecimiento económico.
La depreciación del tipo de cambio favorece el crecimiento en pesos de las remesas, aunque estas pueden resultar afectadas por la moderación en el empleo y una política migratoria agresiva en Estados Unidos
expone BX+.
Agrega que en caso de escalar el conflicto comercial, la inflación puede ser más renuente a bajar, especialmente en bienes importados, erosionando el poder adquisitivo de los hogares. Una mayor inflación a lo esperado puede provocar que las tasas de interés y el costo del financiamiento al consumo bajen menos rápido.
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