Tras el aumento que ha tenido este año el precio de la gasolina y el diésel, los consumidores verán mejores precios con el cambio de fórmula para calcular el impuesto especial a los combustibles anunciado por Hacienda; en contraste, los gasolineros podrían enfrentar mermas en sus ganancias.

Hacienda cambió este lunes la fórmula para calcular el estímulo del IEPS en los precios de las gasolinas, al argumentar que los empresarios de las estaciones de servicio son quienes mejor lo aprovechan y no los consumidores.

Lo que observó Hacienda es que, dentro de la fórmula del precio final, el componente del margen, la parte que cobra el gasolinero, gran parte de los incrementos en los precios de la gasolina se debía a un incremento en el margen, es decir, que estaban cobrando de más los gasolineros

dijo Alejandro Limón, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Comentó que, en la fórmula pasada, Hacienda aplicaba al precio final el estimulo fiscal, por lo que se calculaba incluso sobre lo que ganaba el gasolinero, quien podía absorber parte del estímulo y trasladar solo una fracción al consumidor final, “entonces era una ineficiencia de recursos que llevaba a precios altos”.

En lo que va del año el precio de la gasolina Magna –la más consumida en el país– ha subido 8.28%; el martes se vendía hasta en 20.79 pesos el litro en algunas estaciones de servicio de la Ciudad de México.

Esto mientras que el litro de la gasolina referencial de la Costa del Golfo en Estados Unidos aumentó 29%, el petróleo WTI 23.48%, mientras que el peso se apreció 1.7% ante el dólar.

Como parte de la reforma energética, a inicios de 2017 el gobierno de Enrique Peña Nieto inició con una liberalización parcial de los precios, que ahora se determinan con base en las referencias internacionales del crudo, costos de logística, almacenamiento, entre otros, pero se decidió aplicar un estímulo fiscal para evitar variaciones abruptas.

Uno de los compromisos del presidente Andrés Manuel López Obrador fue no elevar los precios de los combustibles más allá de la inflación. Por lo pronto, los estímulos aplicables desde el 12 al 15 de marzo aumentarán de 9.4 a 32 centavos por litro para la gasolina Magna y de1.030 a 1.404 pesos por litro para el diésel, esto con el nuevo esquema que decretó el gobierno.

De esta forma, si los márgenes de las estaciones de servicio no cambian o regresan a los niveles previos, los precios al público disminuirán en un monto igual o superior al estímulo adicional de esta semana.

De acuerdo con Ramsés Pech, consultor de Caraiva y Asociados, continuar con estos esquemas pone en desventaja a Pemex.

Estas fórmulas no ponen el precio del mercado, ayudan a Hacienda a controlar el precio en el mercado dejando en desventaja a Pemex, porque en dado caso que no importara más el costo del combustible subiría

dijo Ramsés Pech.

En enero Pemex gastó 1,311 millones de dólares en importaciones de gasolinas y diésel, dado que compra al exterior cerca de 80% del consumo nacional.

¿Y la recaudación?

Al cierre de enero, Hacienda recaudó 29,691millones de pesos por el IEPS a combustibles, esto es 125.7% real más que en enero de 2018, luego de que desde que inició el gobierno de López Obrador no aplicó estímulos a los precios.

Por ello, ahora la recaudación dependerá en parte de no tener una alta volatilidad en los componentes que determinan el precio de la gasolina, como el petróleo o el tipo de cambio.

“Por un lado consigue bienestar para el consumidor, pero por otro sacrifica recaudación; se tiene que ver un poco la foto completa, ¿cuál es el impacto de esta menor recaudación, cuánto menos va a recaudar, tienes alternativas de recaudación? Sí hay que tener en cuanta estos posibles efectos”, dijo Pech.

De acuerdo con el experto, los impuestos que paga el consumidor entre IEPS e IVA representan entre 35 y 45% del precio de cada litro de gasolina, por lo que eliminar definitivamente el IEPS podría ser un punto positivo, sin embargo, al depender de elevadas importaciones el impuesto es la única forma de controlar el precio, “pero al no ser deducible para el consumidor, solo es una ganancia para la nación”.