A pocos meses de que los primeros integrantes de la Generación X —aquellos nacidos entre 1965 y 1980— cumplan 60 años, el panorama sobre su próxima jubilación se visualiza adverso, debido principalmente a la incertidumbre que provoca la falta de estabilidad financiera.

De acuerdo con un estudio realizado por Natixis IM, la mitad de las personas encuestadas que pertenecen a dicha generación está evadiendo el análisis sobre su retiro, mientras que 41% dice que la inflación está destruyendo su sueño de jubilarse.

El ejercicio detalló que la mitad de la Generación X (48%) cree que necesitará “un milagro” para jubilarse de forma segura y la otra mitad (50%) es la que evita pensar en su retiro. De quienes han analizado su futuro, el 60% acepta que quizá tenga que trabajar más tiempo, sin embargo, muchos son conscientes de que un empleo no ofrece garantías, por lo que 47% teme no poder trabajar el tiempo necesario para jubilarse.

La Generación X busca jubilarse a los 60 años

Al preguntarles sobre sus metas para el retiro, los integrantes de esta generación aspiran a poder jubilarse a los 60 años, una edad temprana según muchos estándares globales, y anticipan que su retiro durará 20 años, un periodo más corto de lo que experimentan muchos jubilados.

Con el objetivo de alcanzar su meta, ahorran en promedio el 17% de sus ingresos anuales y son bastante optimistas acerca de sus inversiones, ya que tienen la expectativas de lograr un retorno de 13% a largo plazo.

(Esto) puede verse obstaculizado por una visión equivocada del riesgo, conceptos erróneos de las inversiones pasivas y una brecha crítica de conocimientos sobre bonos

advierte en análisis de Natixis IM.

El country manager de la compañía de gestión de activos y fondos de inversión en México, Mauricio Giordano, señaló que si bien gran parte de la Generación X acepta que posiblemente necesite trabajar más años de lo que le gustaría, esto puede ser más fácil de decir que de hacer.

Un despido tardío en su carrera, o dejar de laborar para cuidar a un padre anciano o a un hijo enfermo, o sufrir una discapacidad que les impida realizar su trabajo, puede alterar los planes de ahorro para el retiro

subrayó.

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