La incertidumbre por las consecuencias económicas que tendrá el COVID-19 no solo se vive en los mercados financieros, sino en los agentes de la economía real; desde comerciantes, pequeños empresarios, amas de casa o trabajadores que cuentan con una Afore.

La pandemia ha puesto en jaque a la economía mundial. En el caso de México, el consenso de los especialistas apunta a que la economía entrará en recesión.

Las Afores administraban al cierre de febrero 4,033 billones de pesos de los recursos de los trabajadores, según cifras del Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

Estas invierten los recursos de los trabajadores en el mercado financiero nacional e internacional, por lo tanto, son susceptibles de los movimientos de estos.

Los últimos datos de la Consar indican que, en promedio, las Afores tenían invertidos 53.7% de los recursos en deuda gubernamental mexicana, mientras que 18.7% estaba en renta variable (acciones) nacional y extranjera.

Estos movimientos no son nuevos y generan disminuciones temporales en el valor de las inversiones que se recuperan cuando los mercados se estabilizan, como sucedió con las elecciones en Estados Unidos, el Brexit y recientemente con el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, de acuerdo con Profuturo, una de las 10 Afores que operan en el país.

En lo que va de marzo, el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores ha perdido 20.23%, mientras que los índices accionarios de Estados Unidos, el Dow Jones, el Nasdaq  Composite y el S&P 500 caen 26.83, 19.92 y 24.26%, respectivamente.

Para los trabajadores que tienen una Afore no es conveniente cambiarse de Administradora en este momento, ya que solo materializarán las pérdidas.

Básicamente (el consejo) es no cambiarse de Afore en este momento y ser paciente con las minusvalías

comentó Jorge Sánchez Tello, director del programa de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros.

Mientras tanto, los principales bancos centrales del mundo han implementado medidas sin precedentes para blindar a sus economías y garantizar que los efectos de la política monetaria se transmitan a la economía real.

Banco de México (Banxico) adelantó el viernes pasado su reunión de política monetaria programada para el 26 de marzo y recortó su tasa de interés referencial en 50 puntos base, por lo que quedó en 6.50%, un mínimo desde mediados de 2017, lo que también tendrá efectos en las inversiones de las Afores.

El recorte en la tasa puede ayudar a la actividad económica a tener un impulso, ya que ayuda en el largo plazo a disminuir los costos de los créditos y favorece la inversión, aunque el efecto de la política monetaria es mínima sin una política fiscal contracíclica, es decir, una política que impulse a la economía a enfrentar la crisis.

A las Afores les afecta como a cualquier intermediario que tenga bonos en sus portafolios, el recorte de 50 puntos y el discurso más complaciente para poder bajar la tasa y de mayor preocupación por el crecimiento económico es lo que tiró el viernes las tasas de los bonos M, cuando las tasas bajan el precio de los bonos suben

dijo Joel Martínez, director general de Visor Financiero.

Comentó que, con el recorte de Banxico, los tenedores de bonos se ven beneficiados porque ven aminoradas las perdidas que traían ya que venían de un periodo donde habían subido mucho, en detrimento de los precios

Los llamados bonos M, son deuda gubernamental de México, o bonos a largo plazo.

Es un mal momento salir de las Afores si quieres sacar los recursos porque las tasas todavía no han bajado a donde estaban hace un mes, por ejemplo

dijo Martínez.

Los datos de la Consar también indican que en febrero había 47.21 millones de trabajadores registrados en una Afore, aunque cifras del Consejo de Evaluación (Coneval), arrojan que, al cierre de 2018, 71.7 millones de mexicanos no tenían acceso a la seguridad social, es decir, que tenga acceso a la salud y a una pensión o jubilación.