La agencia Fitch mantuvo el miércoles la calificación de México en ‘BBB+’, pero revisó su panorama a negativo desde estable porque consideró que el balance de riesgos del perfil crediticio se ha deteriorado por la incertidumbre ante la llegada del nuevo gobierno de izquierda.
“La revisión refleja el deterioro en el balance de los riesgos que enfrenta el perfil crediticio de México asociado con (…) la incertidumbre y el deterioro de las políticas de la administración entrante, y los riesgos crecientes de pasivos contingentes (…) de Pemex”, sostuvo la agencia en un comunicado.
La agencia destacó la posibilidad de que el gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador detenga las reformas aprobadas anteriormente, por ejemplo, en el sector de la energía, y que “otras propuestas de política resulten en una menor inversión y crecimiento de lo que se espera actualmente”.
López Obrador anunció esta semana que su Gobierno acatará los resultados de la consulta popular en la que ganó la opción de no seguir adelante con las obras de un nuevo aeropuerto para Ciudad de México.
“La decisión de cancelar la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México envía una señal negativa a los inversionistas”, sostuvo Fitch.
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“Las propuestas para grandes inversiones de capital por parte de la petrolera estatal Pemex, cuyo balance general y solvencia crediticia independiente han estado bajo presión (…) aumentan el riesgo creciente relacionado con los pasivos contingentes”, agregó.
Ayer, la agencia mexicana HR Ratings redujo de estable a negativa su perspectiva de la calificación de la deuda soberana de México.
