La confianza de las familias mexicanas para poder ahorrar alguna parte de sus ingresos cayó durante el noveno mes del 2021, consecuencia de la resaca económica que dejó el COVID-19 en los consumidores.
De acuerdo con datos desestacionalizados de la Encuesta Nacional sobre la Confianza del Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 10 indicadores complementarios, la mitad registró disminuciones mensuales.
La contracción más pronunciada se dio en el indicador sobre las posibilidades actuales de los consumidores de ahorrar parte de sus ingresos en 3.4% mensual en septiembre de este año, que significó la tercera variación negativa al hilo.
El indicador que refiere si algún miembro del hogar planea comprar un automóvil nuevo o usado en los próximos dos años, tuvo un desplome de 3.2%; además, hay poco optimismo en los consumidores sobre el comportamiento de los precios en el próximo año en relación con los 12 meses anteriores, pues se reportó una baja de 1.9%.
Te puede interesar: Adiós a la “inflación transitoria”; Banxico eleva expectativas para el cierre de 2021
Con respecto a la situación económica del hogar comparada con la de hace un año se registró un decrecimiento mensual de 0.5%, de acuerdo con los datos del Inegi.
A la pregunta de ¿considera usted que durante los próximos 12 meses usted o alguno de los integrantes de este hogar tendrán posibilidades económicas para salir de vacaciones?, esta descendió 0.3%.
De los cinco indicadores complementarios con crecimientos mensuales en septiembre, el de mayor aumento fue el referente a la expectativa de una mejora en el empleo del país en los próximos 12 meses.
Efecto rebote da un mejor panorama de confianza
A nivel general, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) creció 2.0% a tasa mensual desestacionalizada durante septiembre, después de dos disminuciones al hilo, es decir, la mejora de las expectativas de los hogares mexicanos se dio por efecto rebote.
En términos anuales, los 10 indicadores incrementaron, destacando a siete que fueron tasas de doble dígito, aunque la base comparativa de 2020 fue baja por la depresión en los bolsillos de las familias mexicanas por la pandemia.
El mayor ascenso fue sobre las posibilidades económicas para salir de vacaciones (56.4%).
La confianza del consumidor en septiembre retomó la tendencia al alza después de dos caídas consecutivas en julio y agosto, después de que la situación de la pandemia empeorara en el pico de la tercera de ola de COVID-19
indica un análisis de Banco Base.
El ICC resulta de promediar cinco indicadores parciales que recogen las percepciones sobre la situación económica actual del hogar de los entrevistados respecto a la de hace un año.
El mayor incremento fue en la situación económica actual del país respecto a la de hace un año (2.2%), y el menor, referente a igual comparación, pero del hogar (0.2%).
Mientras a tasa anual, el alza del ICC fue de 19.4%, con ajuste estacionario, consiguiendo seis meses con variaciones consecutivas de doble dígito.