La caída que tendrá la economía mexicana este año traerá otro problema que parece ser una fobia para el presidente Andrés Manuel López Obrador: el aumento de la deuda.
La caída en la actividad económica le complicará a Hacienda reducir la razón Deuda/PIB, ya que el denominador (el PIB) se volverá más pequeño.
El mercado ha degradado las expectativas para la economía mexicana en 2020, que será golpeada por la pandemia del COVID-19. El consenso de la última encuesta de Citibanamex, arrojó una caída de 7.5% desde el -6.7% de la encuesta anterior.
Hacienda, en tanto, estima que la deuda pública representará 52.5% del PIB, desde un previo de 45.8%, mientras que para el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) espera 52.1% del PIB desde un estimado de 45.6%.
Lo anterior al considerar una caída de 2.9% en el PIB, de acuerdo con los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2021.
Existe un cierto debate sobre si el gobierno mexicano debería endeudarse o no para hacer frente a esta crisis. En mi opinión, este es un debate inútil y, sobre todo, equívoco. La deuda pública, medida como porcentaje del PIB, va a aumentar de manera irremediable como resultado de la crisis
Gerardo Esquivel, subgobernador de Banxico, en el documento ‘Pandemia, confinamiento y crisis: ¿Qué hacer para reducir los costos económicos y sociales?’.
Lo anterior. porque el cociente de la razón Deuda/PIB aumentará inevitablemente como resultado de dos factores: por el aumento del tipo de cambio (lo que aumenta la deuda externa en pesos) y por la caída del denominador.
Adicionalmente, de acuerdo con Esquivel, hay que sumar que es muy posible que aumente la deuda interna como resultado de la caída en la recaudación que previsiblemente acompañará la caída del PIB.
En el primer trimestre la economía tuvo un retroceso de 2.4% anual, según cifras preliminares de INEGI.
El daño visto entre enero y marzo en el PIB mexicano no es nada comparado con el que tendrá lugar en el segundo trimestre. En este sentido, en materia económica, lo peor está por venir. El verdadero golpe económico por el tema de la pandemia de COVID-19 llegará entre abril y junio. Es de esperarse registrar contracciones récord en el PIB
dijeron economistas de CI Banco.
Banxico, ¿la esperanza?
En la minuta de la última reunión de política monetaria de Banco de México, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno coincidió en la importancia de medidas de política fiscal ante la situación actual, aunque apuntó que no debe ponerse en riesgo la sostenibilidad fiscal.
Uno de los integrantes -no se sabe quién-, consideró que actualmente se cuenta con un espacio limitado para contratar deuda adicional.
Este miembro de la Junta dijo que existe espacio para flexibilizar la política monetaria y así poder reducir el costo financiero del gobierno y ejemplificó que solo en 2019, los intereses, comisiones y otros gastos de la deuda del sector público ascendieron a más de 900,000 millones de pesos, es decir, alrededor de 4% del PIB.
Por lo que “las reducciones de la tasa de política monetaria también podrían ayudar a la salud de las finanzas públicas liberando espacio para incrementar deuda y así poder estimular a la economía”.
La mayoría coincidió en que la política monetaria, por si sola, no podrá resolver las dificultades generadas por los choques que afectan a la economía.
Uno argumentó que el canal del crédito es ineficiente para estimular a la economía. Resaltó que el Banco tiene la mejor disposición para contribuir a enfrentar la pandemia, dentro de los límites que el marco institucional le permite, sin poner en entredicho su objetivo prioritario o su autonomía y preservando su credibilidad.