Legisladores de Estados Unidos y la administración de Donald Trump llegaron a un acuerdo durante la madrugada de este miércoles sobre un plan de estímulo de 2 billones de dólares para hacer frente a la pandemia del COVID-19. 

El texto de consenso fue alcanzado tras cinco días de negociaciones sobre una propuesta del gobierno de Donald Trump, mientras el brote de coronavirus dejaba cada vez más enfermos y cobraba más vidas, acelerando la suspensión de las actividades en todo el país.

Hasta el 24 de marzo, había 42,164 personas con esta enfermedad y 471 fallecimientos en EU, según datos de la OMS. 

“Por fin, tenemos un trato”, dijo el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien evocó un “nivel de inversión de tiempos de guerra”. Según Bloomberg, el paquete acordado equivale a 10% del PIB de EU.

Después de maratónicas negociaciones tenemos un acuerdo bipartidista sobre el paquete de rescate más grande en la historia de Estados Unidos,

dijo poco después el principal demócrata en el Senado, Chuck Schumer.  

El plan deberá obtener la luz verde del Senado, y luego de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, antes de ser promulgado por Trump.

“Aprobaremos este texto más tarde hoy (miércoles)”, prometió McConnell.

El paquete de estímulo incluye ayuda financiera directa a los estadounidenses afectados por la crisis, otorga subsidios a pequeñas empresas y cientos de miles de millones de dólares en préstamos para grandes corporaciones, incluidas las aerolíneas, y amplía los beneficios por desempleo.

Además, prevé inyectar lo que Schumer llama “un Plan Marshall para hospitales”, en alusión al programa de asistencia estadounidense para reconstruir Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

Inyección de dólares

Se espera que el paquete de ayuda incluya 500,000 millones de dólares en fondos para las industrias más afectadas y entregas de hasta 3,000 dólares en efectivo a millones de familias estadounidenses.

También se destinarán 350,000 millones de dólares en créditos a pequeñas empresas; 250,000 millones en creación de empleos y unos 150,000 millones en subsidios para diversas iniciativas de salud pública, incluyendo 100,000 millones para hospitales y sistemas de atención médica relacionados.

La idea es inundar a la economía estadounidense con efectivo para mitigar el golpe de la pandemia que ha provocado el cierre de miles de empresas y dejado a millones sin empleo. En total, se ha ordenado a casi 100 millones de personas -casi un tercio de la población del país- permanecer en sus casas. 

Con información de AFP y Reuters