El gobernador de Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, consideró que el colapso de los precios de las materias primas hizo más difícil para los mercados emergentes adoptar los estímulos fiscales ejecutados por algunos países desarrollados para afrontar la crisis del coronavirus.

El martes, el banco central recortó su tasa objetivo en 50 puntos base a 6% y dio a conocer un apoyo de 750,000 millones de pesos (31,000 millones de dólares) para el sistema financiero y redujo los costos de los préstamos, un movimiento destinado a ayudar a la economía local a superar la crisis.

La presión que han sentido las economías emergentes debido a la caída de los precios de las materias primas, en particular el petróleo, (…) reduce un poco el margen de maniobra,

dijo Díaz de León en entrevista con Reuters, refiriéndose a la política fiscal y de endeudamiento del gobierno.

El gobernador del banco central subrayó la importancia de mantener finanzas públicas sostenibles, pero dijo que Banxico era respetuoso de la estrategia fiscal y de deuda ejecutada por el gobierno federal.

Así como nosotros esperamos y hemos recibido respeto a la autonomía del banco central para conducir la política monetaria y usar nuestros instrumentos, ese mismo respeto tenemos por la conducción de la política fiscal,

precisó Díaz de León.

El banco central celebrará su reunión de política monetaria programada para el 14 de mayo, a pesar del recorte de tasas fuera del calendario de esta semana y seguirá evaluando el entorno y tomando las medidas que considere necesarias, indicó el gobernador.

Las medidas para ayudar a mantener la liquidez y la entrega de créditos, anunciadas por el banco central, representan un apoyo al sistema financiero equivalente al 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB) del año pasado, si se suman otras acciones implementadas previamente para afrontar la contingencia.

Díaz de León señaló que el acceso al crédito es una alternativa importante para las personas, hogares y empresas cuyos ingresos se han reducido por la situación actual, pero acotó que es difícil pensar que se tomen decisiones de gasto significativas, pese al menor costo de financiamiento tras los recientes recortes de tasas.

“El reto es sobrellevar los meses de emergencia de la mejor manera posible y proporcionando liquidez y financiamiento a quien lo necesita (…) en la medida en que se vaya normalizando (la economía)”, dijo y agregó que posteriormente las decisiones de consumo e inversión podrán hacerse en términos adecuados.