El multimillonario de fondos de cobertura y cofundador de Bridgewater Associates, Ray Dalio, considera que los niveles actuales de desigualdad representan una emergencia nacional y aseguró que “el sueño americano se ha perdido”.
En un ensayo publicado en su página de LinkedIn, Dalio pidió una reforma del capitalismo, hecho que más tarde corroboró durante la transmisión del programa de CBS, 60 minutos.
En el documento, Dalio escribió que “la brecha de ingresos/riqueza/oportunidad” y sus manifestaciones plantean amenazas existenciales para Estados Unidos porque estas condiciones debilitan económicamente al país, amenazan con provocar un conflicto interno doloroso y contraproducente y socavan la fortaleza de esa nación en relación con la de sus competidores globales.
Con base en datos económicos, el inversionista aseguró que existen dos Estados Unidos, donde el 40% superior está mejor que el 60% inferior, y donde la riqueza acumulada y las oportunidades educativas para la mayoría de los estadounidenses los mantiene atrapados en la pobreza.
Consideró que la desigualdad en el país está beneficiando a los estadounidenses más ricos como nunca lo ha hecho, y que la economía en general está perdiendo a largo plazo.
Explicó que lo anterior ha dado como resultado que menos personas puedan participar en la economía como consumidores y trabajadores. Además teme que tensiones políticas destrocen el país.
Un impulso hacia el socialismo
El filántropo estimó que los levantamientos populistas en Estados Unidos provocan un impulso hacia el socialismo o el status quo del capitalismo tal como se practica, y cree que ambos debilitan el país.
Lo más importante que hay que observar a medida que se desarrolla el populismo es cómo se maneja el conflicto: si las fuerzas opuestas pueden coexistir para avanzar o si cada vez más van a la guerra para bloquearse y lastimarse mutuamente y causar estancamiento,
escribió Dalio.
En 60 minutos, el inversionista dijo que cree que hay una probabilidad de “60-40, 65-35” de que la forma en que nosotros como sociedad respondemos a nuestro estado económico “se haga mal”, pero vale la pena presionar para que sea menos probable.
Aseguró que el liderazgo en Estados Unidos debe asumir la desigualdad como una emergencia nacional y descubrir cómo reducirla, o los días del país como superpotencia habrán terminado.