El 2018 ha sido un año decepcionante para los precios internacionales del crudo, lo que ha levantado dudas respecto de si la Mezcla Mexicana podrá alcanzar un promedio de 55 dólares por barril (dpb) el año que entra, como lo espera el nuevo gobierno.

Los precios han sido golpeados por inventarios crecientes en Estados Unidos, la venta masiva que han sufrido los mercados accionarios en todo el mundo, así como mayores exportaciones a lo esperado de crudo iraní y una producción histórica en Arabia Saudita.

Adicionalmente, los crecientes temores respecto a que la economía global enfrente una desaceleración el próximo año –lo cual reduciría la demanda de crudo– también han afectado los precios.

El crudo referencial WTI registra una caída de 40.30% frente a octubre, cuando alcanzó máximos de dos años y opera en mínimos de 18 meses en 45.62 dpb. Mientras que el crudo de Brent y la Mezcla pierden 38.35% y 40.87% a 53.18 y 45.96 dólares, respectivamente.

La Secretaría de Hacienda estima que el precio promedio de la Mezcla Mexicana sea de 55 dólares para 2019; este año ha operado en un promedio de 62.36 dpb y algunos especialistas tienen visiones encontradas sobre el futuro de los precios.

Puede alcanzar más de 55 dólares. Irán está vendiendo crudo sin problema y el WTI tendrá más valor al haber terminado el oleoducto Permian al Golfo de México

dijo Ramsés Pech, consultor de Caraiva y Asociados.

Este ducto conectará la extracción de crudo con la producción de la costa del Golfo de México en el puerto de Corpus Christi y se espera que comience a funcionar en los primeros meses del 2019

Un sondeo de S&P Global Platts indica que los precios del crudo Brent se recuperarán por arriba de los 75 dólares el próximo año, a pesar de las nubes que se ciernen sobre la demanda mundial a medida que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados productores se mueven para defender los precios al evitar un nuevo exceso de oferta.

En tanto, la Agencia Internacional de Energía (IEA) espera una demanda de 1.4 millones de barriles diarios para 2019, frente a los 1.3 millones de este año, “ya que el impacto de los precios más bajos se compensa con los supuestos de crecimiento económico más bajo, el debilitamiento de las monedas y las revisiones a la baja en ciertos países, como Venezuela”.

De acuerdo con la IEA, “los tres grandes del petróleo”, es decir, Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos, representan el 40% de la producción mundial y son los jugadores dominantes que pueden definir el rumbo de los precios.

La cooperación entre Rusia y Arabia Saudita es ahora la base de la dirección para la producción; estos dos países tienen una gran capacidad para desplazar la producción de una manera u otra. Para ellos, los precios más bajos pondrían sus presupuestos bajo gran estrés

dice la IEA en un reporte.

En Estados Unidos, el mayor productor y consumidor del mundo de petróleo, el presidente Donald Trump ve con buenos ojos los precios bajos; no obstante, los productores querrán que se mantengan lo suficientemente altos como para alentar una mayor inversión.

De lado contrario, JP Morgan redujo su perspectiva para el petróleo y espera para el Brent cotice en un promedio de 73 dólares por barril en 2019, desde su estimación previa de 83.50 dólares por barril.

“El petróleo está débil porque muchas señales de demanda están parpadeando en rojo y los cortes de suministro no importarán si en el fondo lo que cae es la demanda”, escribió en una nota citada por CNBC, Paul Sankey, analista en Mizuho Securities.