La inflación vuelve a dar de qué hablar y, ahora no porque se haya salido del control de Banco de México, sino porque su reciente desaceleración abre la puerta para que el banco central recorte la tasa de interés referencial antes de lo pensado.

Con lo anterior, Banxico puede darle un respiro a la economía mexicana en momentos en que apunta a la desaceleración, no solo por el ciclo político, es decir por el cambio de gobierno, sino por factores como el cierre de vías en Michoacán y el paro de maquiladoras en Matamoros, Tamaulipas, así como por los crecientes temores de una desaceleración global.

Un sondeo entre las mesas de dinero más importantes del país, hecho por la firma Visor Financiero, arrojó que, 65% de los encuestados espera un recorte de 25 puntos base en la reunión de política monetaria de Banco de México (Banxico) este jueves.

En la primera quincena de marzo, la inflación subió 3.95%, dentro del rango objetivo de Banco de México (Banxico) de 3% +/- 1%.

Adicionalmente, la Reserva Federal mantuvo su tasa de interés en un rango de 2.25-2.50% y según el dot plot o el diagrama de puntoslos integrantes del banco central más poderoso no estiman un aumento este año. Esto le da un margen a Banco de México, debido a que aun si decide hacer un recorte a su tasa, los activos mexicanos, como el peso o los valores gubernamentales, mantendrían su atractivo debido al diferencial de tasas.

Esperamos que la tasa general (de inflación) disminuya durante la segunda mitad del año, allanando el camino para el relajamiento monetario. Esperamos una reducción de 75 puntos base en la tasa de interés este año, que es más de lo que los mercados actualmente valoran

escribió en un reporte Edward Glossop, analista para América Latina de Capital Economics.

En tanto, Citibanamex revisó su estimado de inflación para el cierre de 2019 a 3.8 de 3.9% y estima dos recortes de 25 puntos base para la tasa de Banxico, actualmente en 8.25%. El primer ajuste lo prevé para junio.

Si bien el mandato de Banco de México es preservar el poder de compra de la moneda, una disminución en la tasa de interés puede darle un respiro a la actividad económica en momentos en que encamina a desacelerarse debido al efecto típico del cambio de gobierno.

Para este año, el consenso del mercado espera un crecimiento del Producto Interno Bruto de entre 1.5 a 1.7%, lo que significaría una desaceleración frente al 2% de 2018.