Transcurren los meses del 2023 y los sectores relacionados al campo y a los servicios continúan como los únicos pendientes del mercado laboral formal de México en el proceso de recuperación tras la pandemia de COVID-19.
A nivel general, entre febrero del 2020 -previo a la contingencia sanitaria por el COVID-19- y abril del presente año se crearon 1.21 millones de empleos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
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Lo anterior significa que ya se recuperaron, y hasta se superaron, los trabajos perdidos durante la pandemia.
No obstante, todavía hay dos sectores económicos que no redimen las bajas presentadas en la crisis sanitaria. El primero corresponde a agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y caza, con una pérdida de 719 plazas formales en el periodo de referencia.
El empleo en las actividades primarias se vio afectado por el alza en el precio internacional de insumos por la invasión rusa en Ucrania, como los fertilizantes –en general, están en un proceso de corrección–, y por la sequía que predomina en el país.
Por ejemplo, según información de la Comisión Nacional del Agua, en abril pasado solamente 28.9% de todo el territorio nacional no tenía afectación por sequía, mientras en igual mes del 2020, el nivel ascendió a 59.9%.
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Servicios, en merma
En tanto, el segundo sector que sigue con afetaciones es el de servicios para empresas, personas y el hogar, con una merma de 174,101 puestos laborales. En esta rama económica pesa el elevado nivel inflacionario y el ciclo alcista de la tasa de interés que restan poder de compra a las familias mexicanas.
Por su parte, el sector que más abonó a la generación de trabajos formales fue el manufacturero, con 530,358 nuevas plazas aseguradas en el IMSS entre febrero del 2020 y abril del 2023.
Sin embargo, el dinamismo manufacturero dependerá de la demanda externa, particularmente de Estados Unidos, que según Banco Base, existe una probabilidad de 96% que la economía de la Unión Americana caiga este año en una leve recesión.
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Perspectiva desalentadora
Para este año, la perspectiva desalentadora del crecimiento económico representa un riesgo para el empleo en el país.
Ve por Más (Bx+) prevé que la desaceleración económica, tanto interna como externa, afectará a variables como el empleo, la confianza, y la captación de remesas, respectivamente.
Es posible que el consumo privado siga soportado en el corto plazo por el bajo desempleo, pero prevemos que se enfríe con más claridad en el segundo semestre. En primer lugar, la expectativa de una desaceleración económica más adelante en el año afectaría el dinamismo en el mercado laboral y la confianza de los consumidores
advierte Bx+.
