Durante la primera mitad de 2024, la economía mexicana muestra un comportamiento modesto, lejos tanto del dinamismo de años previos como de las expectativas de los mercados.

Según el dato oportuno, con ajuste estacionario, del Producto Interno Bruto (PIB) de México, que da a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para el primer semestre del año se obtendría un crecimiento de 1.6% a tasa anual.

Este aumento representó el peor resultado desde, igual periodo de comparación, de 2020 cuando se vivió una crisis sanitaria y económica por la pandemia que provocó una baja de 11.3%.

Además, la variación de 1.6% del PIB nacional se ubica por debajo de las expectativas más alentadoras de los mercados, con un promedio de 2%, así como de los pronósticos del gobierno federal (media de 3%).

Modesto crecimiento en todo 2024

Las expectativas de crecimiento de la economía del país no son alentadoras. Analistas de Ve por Más (BX+) prevén un modesto crecimiento económico en lo que resta del año, promediando el PIB 1.9% en todo 2024.

El consumo privado todavía encontrará apoyo en la solidez del empleo y el alza en salarios. No obstante, prevemos una moderación en el gasto -especialmente en rubros discrecionales- si la generación de empleo mostrara menos fuerza, y la inflación y las tasas de interés permanecen relativamente elevadas

explicaron en una nota. 

Añaden que la inversión fija bruta continuaría desacelerándose en la medida en la que se diluye el impulso asociado a las obras insignia del gobierno saliente, mientras la inversión privada se vería afectada por la desaceleración económica, altos costos financieros e incertidumbre política.

Si bien ésta se vería apoyada por el efecto del reagrupamiento industrial, este último será gradual a lo largo de los próximos años. Agregan que la exportación continuaría exhibiendo atonía, pues indicadores adelantados del sector manufacturero de Estados Unidos se mantienen en terreno contractivo.

Las limitantes de la economía mexicana

Para Banco Base, aunque la economía de México tiene un “gran potencial”, no está exenta de desafíos y riesgos que podrían afectar su crecimiento y desarrollo, cuyo entorno económico está sujeto a incertidumbre, tanto interna como externa.

Factores de riesgo internos:

  • La sucesión de poder. El primero de octubre, tomará protesta Claudia Sheinbaum como presidenta de la República, cuyo riesgo para la economía está en la continuación de las políticas de Andrés Manuel López Obrador;
  • La posibilidad de que se apruebe la reforma judicial propuesta por López Obrador, también llamado ‘Plan C’;
  • La disminución en la inversión pública por falta de espacio fiscal, que tras el endeudamiento incurrido en 2024 dejará al gobierno federal en necesidad de una consolidación fiscal;
  • Otras iniciativas de reformas planteadas por el actual presidente, que pueden tener un impacto importante en la economía, particularmente las que buscan la desaparición de órganos autónomos.

Factores de riesgo externos:

  • Las elecciones de Estados Unidos en noviembre, donde los pronósticos apuntan a que Donald Trump ganará. Con disputas comerciales entre México y Estados Unidos relacionadas con asuntos agrícolas y energéticos;
  • Una desaceleración en la economía de Estados Unidos, que afectaría las exportaciones, la entrada de remesas y de inversión extranjera directa;
  • La posibilidad de que conflictos geopolíticos ocasionen disrupciones en las cadenas de suministro y presiones al alza en costos de producción, lo cual podría traducirse en una mayor inflación.

Señales positivas

Los expertos de Banorte creen que los retos persisten para la economía mexicana en la segunda mitad del año, aunque algunas señales positivas podrían dar mayor sustento a la actividad. Uno de ellos son los proyectos de infraestructura de la actual administración federal que continuaron en el tercer trimestre.

El presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que estará inaugurando los últimos tres tramos del Tren Maya entre agosto y septiembre (…) También señaló que buscará inaugurar los trenes México-Toluca y el Suburbano

explicaron los analistas del grupo financiero.

Explicaron que en las manufacturas persiste cierta incertidumbre, aunque algunas de las primeras inversiones relacionadas al nearshoring podrían empezar a transformarse en más producción, sumándose que el sector automotriz se mantiene fuerte.

Dentro de los servicios, Banorte señala que el efecto favorable del proceso electoral en sectores clave como los profesionales ya habría quedado atrás, pero la categoría podría mantener cierta resiliencia tomando en cuenta:

  1. La relativa fortaleza del empleo –acompañado de ganancias salariales relevantes;
  2. Expectativas favorables sobre el turismo en el verano –con secretarías de Turismo estatales de entidades como Quintana Roo, Jalisco y Veracruz presentando estimados optimistas
  3. La posible derrama positiva en diversos sectores (como medios masivos, restaurantes) por la realización de diversos torneos deportivos, incluyendo copas continentales de fútbol y los Juegos Olímpicos

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