Economía mexicana acumula aumento de 1.5% a agosto, la mitad de las expectativas
Economía mexicana acumula aumento de 1.5% a agosto, la mitad de la expectativa federal

Economía mexicana acumula aumento de 1.5% a agosto, la mitad de la expectativa federal

El 2024 se ha caracterizado por los vaivenes de la economía mexicana. Para agosto, se observa que la actividad económica del país quedará lejos de las expectativas de crecimiento del gobierno federal.

Pero también se ubicará por debajo de los pronósticos de organismos internacional, así como de las estimaciones de especialistas del sector privado del territorio nacional.

El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) –proxy mensual del PIB– revela un aumento de 1.5% a tasa anual en el acumulado enero-agosto de 2024, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Este incremento, en igual periodo de comparación, representó el peor resultado desde 2020, cuando la economía nacional se contrajo 10.3% debido a los estragos provocados por la pandemia.

Economía mexica en perspectivas

El pronóstico más optimista para la economía mexicana este año corresponde a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con una tasa anual de 3%, por lo que el alza de 1.5% está a la mitad de la meta del gobierno federal.

También dicha variación acumulada del IOAE se encuentra por debajo de los vaticinios del Banco Mundial (2.3%), del Fondo Monetario Internacional (2.2%) y de los especialistas del sector privado (1.6%).

De hecho, está en línea con las perspectivas del Banco de México, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, todas en 1.5%.

Panorama complicado

Si la economía mexicana pretende alcanzar un crecimiento de 3% en este año, para los próximos cuatro meses necesita un aumento promedio de 4.5%, mientras para superar el umbral de 2%, el objetivo es de 2.6%.

El panorama para la segunda mitad del año muestra señales mixtas. Hacia adelante, los pronósticos indican que se recuperará un moderado ritmo de crecimiento, pero persistirá un ligero sentimiento de cautela.

Lo anterior, ya que los últimos resultados de la producción industrial anotaron una fuerte caída en el componente de las manufacturas, pero preservando ligera fortaleza en el subsector de la construcción. Por su parte, el consumo privado continuó con ligera atonía, mientras que las ventas minoristas se situaron en terreno negativo

mencionaron analistas de Monex en una nota.

Sin catalizadores

Para los estrategas de Ve por Más (BX+), en la segunda mitad del año no hay catalizadores. Si bien el consumo privado todavía encontrará apoyo en la solidez del empleo y el alza en salarios, se prevé una moderación en el gasto si el mercado laboral pierde fuerza y la inflación y las tasas de interés permanecen elevadas.

En tanto, añade, la inversión se desacelerará por la dilución del impulso asociado a las obras insignia del gobierno saliente y la incertidumbre económica por los altos costos financieros y las elecciones en México y los comicios en Estados Unidos.

De forma gradual y en los próximos años, el reagrupamiento industrial apoyará en cierta medida el dinamismo en la inversión fija, si bien su efecto puede ser menor a lo previsto en caso de que se concreten cambios en el marco institucional que erosionen la certidumbre jurídica en el país

escribieron analistas de BX+ en un reporte.

Marcada debilidad

En el último informe trimestral del banco central se lee que la actividad económica nacional atraviesa por un periodo de marcada debilidad, que comenzó en el último trimestre de 2023.

Se espera que el crecimiento de la economía en 2024 y 2025 sea moderado, apoyado, principalmente, en el gasto interno. En particular, se anticipa que el consumo privado y, en menor medida, la inversión privada continúen expandiéndose.

Sin embargo, la contribución de esta última sería más baja a lo previamente anticipado, dado el menor dinamismo que este agregado ha mostrado y el entorno de incertidumbre que persiste tanto por factores internos como externos.

Aunque se continúan esperando efectos positivos del gasto público, se prevé que estos sean menores a los originalmente anticipados. La demanda externa seguiría mostrando una baja contribución al crecimiento en México durante 2024 ante la expectativa de que persista la debilidad en el sector manufacturero en Estados Unidos

escribió el Banco de México.

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