Las ventas minoristas de China crecieron en noviembre a su ritmo más débil desde el 2003 y la producción industrial anotó su menor alza en casi tres años, lo que subraya los riesgos para la economía mientras Pekín intenta desactivar una disputa comercial con Estados Unidos.
“La suspensión de los aranceles es una medida concreta para aplicar el consenso logrado por los dos jefes de Estado”, señaló en un comunicado el Consejo de Estado, el gabinete ministerial chino.
Las ventas minoristas aumentaron 8.1% interanual en noviembre, mostraron el viernes datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, por debajo de las expectativas de un aumento de 8.8% y a su ritmo más lento desde mayo del 2003. En octubre, las ventas crecieron un 8.6%.
Las ventas de autos cayeron 10% respecto al mismo mes del año anterior. La caída estuvo en línea con los datos publicados por la principal asociación de la industria automotriz de China, que mostró que las ventas bajaron 14% en noviembre, su declive más pronunciado en casi siete años.
Las presiones sobre la actividad general se han visto agravadas por una fuerte escalada en la disputa comercial de China con Estados Unidos, que ha amenazado con fracturar las cadenas de suministro mundiales, frenar la inversión, las exportaciones y el crecimiento.
La producción industrial aumentó 5.4% en noviembre, lo que incumplió las estimaciones de los analistas e igualó la tasa de expansión observada entre enero y febrero del 2016. Se esperaba que la producción fabril aumentara 5.9%, sin cambios respecto al ritmo de octubre.
Durante el fin de semana, China reportó datos de exportaciones e importaciones en noviembre mucho más débiles que lo esperado, lo que refleja una demanda mundial más lenta y la menguante actividad de las fábricas nacionales a medida que se reducen los márgenes de ganancias.
Las débiles cifras de crecimiento de la producción industrial y de las ventas minoristas en noviembre mostraron que la presión a la baja sobre la economía está aumentando, dijo Mao Shengyong, portavoz de la oficina de estadísticas.
Pero China está en camino de alcanzar su objetivo de crecimiento económico para el 2018 de alrededor de 6.5%, afirmó Mao a los periodistas.
“En resumen, los últimos datos muestran una economía que está bajo presión tanto en el frente externo como en el doméstico, con esfuerzos políticos para apuntalar el crecimiento que aún no cumplen su objetivo”, escribió Julian Evans-Pritchard, economista de China de Capital Economics, en una nota.
Con información de AFP y Reuters