El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que está evaluando la posibilidad de que trabajadores indocumentados de las industrias agrícola y hotelera puedan ingresar legalmente al país, en un intento por abordar las preocupaciones sobre la escasez de mano de obra debido a su política migratoria.
Para ello, el mandatario sugirió que los trabajadores primero deberán permanecer alrededor de dos meses fuera de Estados Unidos, “saliendo de buena manera” del país, y que si rebasan ese tiempo ya no se les permitiría el acceso.
Vamos a trabajar con la gente para que, si salen de buena manera y regresan a su país, trabajaremos con ellos desde el principio para intentar que regresen legalmente. Nunca se les permitirá entrar una vez transcurrido cierto tiempo, que probablemente serán 60 días
dijo Trump durante una reunión del gabinete en la Casa Blanca.

Un trabajo en conjunto
Donald Trump dijo que trabajará junto con las empresas y agricultores para proteger a los trabajadores necesarios para la operación de las granjas y fábricas, y mostró apertura para escuchar sus recomendaciones.
Tenemos que cuidar a nuestros agricultores, a nuestros hoteles, y, ya sabes, a varios lugares donde necesitan a la gente. También vamos a trabajar con los agricultores, si tienen recomendaciones firmes para sus granjas y para ciertas personas, les permitiremos quedarse un tiempo y trabajar con ellos, y luego regresar y pasar por un proceso legal
dijo Donald Trump.
La política migratoria de Donald Trump
Desde el inicio de su segundo mandato, el republicano ha aumentado las deportaciones masivas de inmigrantes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos, lo cual ha despertado la preocupación de algunos líderes empresariales sobre un déficit de trabajadores.
Actualmente, cerca del 20% de la fuerza laboral de Estados Unidos corresponde a trabajadores nacidos en el extranjero, comparado con el 17% que existía previo a la pandemia de COVID-19, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales.
Líderes empresariales y economistas del país vecino del norte han elogiado la inmigración por su capacidad para llenar vacantes en toda la economía estadounidense, pero Trump y su administración argumentan que los inmigrantes reducen los salarios y le quitan trabajo a los estadounidenses nativos.
Con información de Bloomberg
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