El crecimiento de la economía mundial no termina de cuajar y tanto para 2019 y 2020 el Fondo Monetario Internacional ha recortado su expectativa de crecimiento, lo que hace seguro una cosa: más estímulos monetarios en gran parte del mundo.

En su último reporte ‘Perspectivas de la economía mundial’, el FMI recortó su expectativa de crecimiento para la economía mundial a 2.9% para 2019 desde 3% y para 2020 a 3.3% de un previo de 3.4%. Para 2021 estima 3.4% frente a su estimado anterior de 3.6%.

Para México, el nuevo pronóstico para 2020 pasó de 1.3 a 1%.

Gita Gopinath, economista en jefe del FMI, escribió que el repunte proyectado del crecimiento mundial no deja de ser incierto, y depende de recuperaciones en economías emergentes que soportan tensiones y tienen desempeños deficientes, mientras que en las economías avanzadas el crecimiento se estabiliza en niveles cercanos a los actuales.

Uno de los puntos en los que hace hincapié el FMI es la política monetaria.

El reporte dice que, además del apoyo sustancial que proporcionó la relajación monetaria a inicios de 2019, sus efectos rezagados deberían ayudar a que la actividad mundial se recupere a principios de 2020, e indica que la estimación de crecimiento mundial de 2019 y de 2020 habrían sido 0.5 puntos porcentuales más bajos sin los estímulo monetarios.

Destacan la Reserva Federal con el último recorte de su tasa de interés y las inyecciones de liquidez que ha hecho la Fed de Nueva York.

Tan solo el jueves de la semana pasada inyectó 74,200 millones de dólares a los mercados financieros a través de dos operaciones de recompra, mejor conocidas como operaciones ‘repo’, que incluyen la compra de bonos del Tesoro e hipotecas de algunos bancos estadounidenses.

Estas operaciones tienen como objetivo mantener la tasa de los fondos federales dentro del rango de 1.5 y 1.75%, y limitar la volatilidad de otras tasas del mercado de dinero; y seguirán hasta mediados de  febrero. Por lo pronto, la hoja de balance suma 4.18 billones de dólares.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE), además de tener una tasa referencial negativa mantiene un programa de liquidez por 20,000 millones de euros mensuales.

Además, todo a punta a que el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) reducirá su tasa de interés a 0.75% ante la debilidad de la economía británica de cara a la ruptura con la Unión Europea.

Esto se junta con un posible reporte negativo del PIB en el cuarto trimestre y hace entendibles las declaraciones de miembros del BoE sobre que ven factible bajar su tasa. Los futuros ya descuentan un ajuste de la tasa de referencia para el 30 de enero. Esto podría ser el inicio de un gran ciclo expansivo del BOE, porque aún falta ver los efectos del Brexit en la economía

dijeron economistas de SIF ICAP.

Gran parte de los mercados emergentes desde Turquía a México también han recortado su tasa de interés.

No obstante, el FMI también indica que con las tasas de interés tan bajas e incluso en algunos casos, negativas, en muchas economías avanzadas, hace que el margen de la política monetaria para combatir nuevas caídas de crecimiento sea limitado.

Los países con espacio fiscal, y donde la política fiscal no es ya excesivamente expansiva, pueden confiar más en el estímulo fiscal para apoyar la demanda si surge la necesidad. Los hacedores de políticas estarían en una buena posición para contrarrestar la próxima recesión si preparan de antemano una respuesta contingente

dice el reporte del FMI.

Y señala que, por el contrario, los países en donde las tasas de interés reales son aún altas pueden  aprovechar la reciente desaceleración de la inflación para implementar un mayor apoyo monetario.

El anterior puede ser el caso de México, en el que la tasa de interés referencial de Banco de México es de 7.25%, mientras que el propio banco central calcula la tasa neutral en 5.6%. El consenso del mercado ya anticipa que Banxico recortará su tasa en 25 puntos base en la reunión de febrero.

No obstante, algunos especialistas dudan que los mercados emergentes hagan grandes ajustes a su tasa.

Es probable que esta década esté marcada por un crecimiento más lento y una inflación más suave en los mercados emergentes. Una consecuencia es que las tasas de interés probablemente serán más bajas de lo que la mayoría anticipa actualmente (…) Creemos que las tasas serán, en promedio, más bajas en la década de 2020 que en la década de 2010

dice William Jackson de Capital Economics.

Por lo que Capital Economics anticipa que la tasa de Banxico cerrará 2020 en 6.75%, frente a un estimado de 6.25%.

La última minuta de Banxico mostró que, ahora solo el subgobernador Gerardo Esquivel pidió un recorte más acelerado de la tasa de interés al votar por una baja de 50 puntos base, mientras que el resto de la Junta de Gobierno votó por 25 puntos base.