El periodo de gracia que han dado los bancos a sus clientes para no caer en impago en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 podría resultar insuficiente para algunos deudores. Y un aumento en los índices de morosidad también afectará el índice de capitalización de estos y otras instituciones financieras más expuestas.
La paralización que sufrió la economía para desacelerar el ritmo de contagios del coronavirus ha golpeado con fuerza al empleo y los ingresos familiares.
Desde el inicio del confinamiento hasta mayo, el 65.1% de los hogares mexicanos vio reducidos sus ingresos, de acuerdo con una encuesta del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana.
En marzo, los bancos pusieron en marcha un programa para diferir parcial o totalmente pagos de capital y/o intereses hasta por cuatro meses, con posibilidad de ampliarlo dos meses, y en días pasados las autoridades anunciaron que se extenderá a julio.
No obstante, después de este plazo habrá algunos usuarios que no puedan ponerse al corriente con sus pagos en caso de que no recuperen su empleo e ingresos. Entre marzo y mayo se perdieron un millón de empleos solo en el sector formal.
A pesar de que los bancos han hecho un esfuerzo -que si bien no es la panacea tampoco se había dado antes un programa de facilidades por la banca-, no puede ser permanente y lo que se espera es que los índices de morosidad de todo el sistema financiero, no solo bancos, sino Sofomes, Sofipos van a aumentar. Los bancos tienen que estar preparados para capitalizar sus instituciones si es necesario
dijo Mario Di Costanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
Comentó que evidentemente los índices de morosidad van a aumentar, por lo que algunos bancos tendrán que aportar capital para no afectar su índice de capitalización.
El saldo de los créditos reestructurados por los bancos comerciales al amparo de los criterios contables especiales emitidos por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), sumó 916,094 millones de pesos, a favor de más de 7 millones de personas y empresas, al cierre de mayo.
Al corte de agosto o septiembre, los bancos van a tener que reconocer los quebrantos de la gente que no va a poder pagar. Ese dinero no pagado lo tienen que llevar a cartera vencida y es contra el uso de capitalización y van a bajar los índices de capitalización
comentó Joel Martínez, director general de Visor Financiero.
El Índice de Capitalización (ICAP) del total de la banca múltiple fue de 16.04% en abril, pero bancos como ABC Capital, Afirme, BBVA Bancomer y Scotiabank, por mencionar algunos, tenían un ICAP menor.
Aunque por ejemplo, la cartera vencida de Banamex y BBVA Bancomer era de solo 2%, mientras que la de ABC Capital era de 8.83%, según los últimos datos de la CNBV.
Como parte del programa de diferimiento de pagos, las autoridades financieras permitieron a los bancos no registrar los créditos reestructurados como cartera vencida, lo que conllevó a no incrementar las reservas durante la moratoria de pagos.
“El índice de capitalización de la mayoría es bastante aceptable, también es cierto que en los próximos meses estos índices van a bajar como consecuencia del aumento de morosidad, para evitar esto los bancos tendrán que inyectar capital. ¿Cuáles pueden tener más riesgo? Estos modelos de negocio que centran mucho su actividad en el crédito al consumo que si bien es cierto que es en la mayoría de bancos, los modelos de negocio con los que operan algunos bancos van a incrementarse más”, dijo Di Constanzo.
En días pasados, el presidente de la CNBV, Juan Pablo Graf, comentó en una conferencia que los bancos que además cumplen con la regulación de capital de Basilea III, han implementado algunas medidas como usar los buffers de liquidez, así como no distribuir dividendos para continuar con la actividad crediticia y absorber las pérdidas en las que incurran.
Graf indicó que las autoridades evalúan como evoluciona el programa de diferimiento de pagos ” y estaremos trabajando con los intermediarios financieros para evaluar el efecto económico del ajuste que se ha tenido en el balance de los bancos y ver ls acciones a tomar más adelante”.
Di Constanzo recomendó a los usuarios de créditos invocar el seguro de desempleo en el caso de los créditos bancarios y en caso extremo, acercarse con el banco para buscar una reestructura del financiamiento.
En las siguientes semanas se verá si algunos bancos implementan nuevas medidas de ayuda para que los usuarios no caigan en impago.