México no recibirá una baja en su calificación crediticia que la haga perder su grado de inversión, prevén analistas de Grupo Financiero Ve por Más (Bx+).
Lo anterior contrasta con una encuesta que Bank of America Merrill Lynch (BofA-ML) realizó entre inversionistas en febrero pasado. Los resultados arrojaron que 70% de los entrevistados espera que México pierda su grado de inversión entre 2020 y 2021.
Para Alejandro Saldaña, economista en jefe de B×+, los indicadores fundamentales de la economía mexicana son consistentes y acordes con cualquier país con grado de inversión.
Es una posibilidad (la baja de calificación), pero si el gobierno juega bien sus cartas y da señales de que es fiscalmente responsable no tiene que pasar
comentó Saldaña, en conferencia de prensa.
El viernes pasado, la agencia calificadora Standard & Poor’s modificó la perspectiva de la nota crediticia de México de ‘estable’ a ‘negativa’, al argumentar que un cambio reciente en la política gubernamental para reducir la participación del sector privado en el sector energético, junto con otros desarrollos que han disminuido la confianza de los inversionistas, podría contribuir a mayores pasivos contingentes para México y disminuir sus perspectivas de crecimiento económico.
La revisión de la perspectiva enciende focos amarillos y causa un impacto negativo. Los mercados son sensibles a las noticias relacionadas con calificadoras, situación que genera volatilidad y puede elevar los costos de financiamiento para el país.
Para Saldaña, lo importante es ver cómo se presenta el desarrollo económico del país y, sobre todo, que las finanzas públicas se mantengan en línea, especialmente el superávit primario de 1% del PIB.
Apoyo a Pemex, sin exceder gasto
El gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, también deberá presentar nuevos estímulos fiscales para ayudar a Pemex, pero sin exceder el gasto programado para este año y que vayan más allá de cumplir con expectativas como los recursos que se podrían recuperar con el combate al huachicoleo.
El desafío para el gobierno será mantener resultados económicos favorables, ante un panorama complicado por factores externos que generan incertidumbre, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos y un menor ritmo de crecimiento económico a nivel mundial.
A esto se sumarán factores internos como una lenta ejecución del gasto público, altas tasas de interés y un menor ritmo en las inversiones, por lo que estiman que el crecimiento económico para este año será de entre 1.4 y 2%.