Un deterioro de las perspectivas crediticias de la endeudada Pemex constituye un factor de riesgo para los mercados financieros y para la economía en general, coincidió la mayoría de los miembros de la junta de gobierno del Banco de México (Banxico) en su más reciente reunión de política monetaria.

Profundizando sobre la situación de Pemex, la mayoría mencionó que los esfuerzos del gobierno federal para apoyar a esta empresa, como los 9 recientes acuerdos para disminuir su carga fiscal y refinanciar su deuda, si bien van en la dirección correcta, es necesario resolver los problemas de fondo,

se expuso en las minutas de las reunión realizada el 16 de mayo publicadas este jueves, donde también se mencionó el entorno internacional como otro riesgo que persiste.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha anunciado una serie de medidas para rescatar a la petrolera, cuya deuda asciende a 106,500 millones de dólares, y elevar su producción de petróleo a 2.7 millones de barriles por día, desde los 1.6 millones actuales.

En la reunión donde la entidad central decidió mantener su tasa de referencia (precio del dinero) en  8.25%, el grueso de los integrantes recordó que la petrolera tiene problemas estructurales.

Por ello, calificó como esencial que la firma no solo presente un plan de negocios creíble y funcional, que no perjudique el frágil balance fiscal del gobierno federal, sino que además ofrezca una solución permanente.

Uno de los integrantes de Banxico consideró que ha crecido la preocupación de que exista un faltante de ingresos públicos debido principalmente a menores ingresos petroleros.

Los ingresos petroleros en el primer trimestre del año cayeron 24.7% real respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con cifras de Hacienda.

Ese miembro advirtió que el problema podría agravarse por la desaceleración económica y menores ingresos tributarios derivados del apoyo a Pemex.

Subrayó actualmente diversos factores pueden presionar a las finanzas públicas:

  • La expectativa de menores ingresos, sin considerar la disminución de ingresos tributarios por el apoyo a Pemex.
  • La necesidad de reducir el gasto de Pemex.
  • El incremento en el costo de la deuda pública, que incluso podría crecer más durante el resto de 2019 en función del comportamiento del riesgo soberano y la prima de inflación.

Otro de los integrantes destacó que los cuestionamientos en los mercados sobre la solvencia de la empresa, la fortaleza de las finanzas públicas y las posibles repercusiones sobre la economía seguirán mientras no exista un modelo de negocios para la petrolera que abra la perspectiva de una recuperación de la producción de petróleo y una firma financieramente viable en el largo plazo. 

Algunos miembros mencionaron los riesgos asociados a la decisión de construir la refinería de Dos Bocas, Tabasco. El proyecto ha sido cuestionado por especialistas debido a las débiles perspectivas sobre su viabilidad.

Este miércoles, Banxico redujo su proyección de crecimiento económico para 2019 por cuarta ocasión consecutiva, ante un inicio de año marcado por un magro desempeño de la economía, que cayó 0.2% en el primer trimestre respecto al periodo previo y complicando el panorama para el nuevo gobierno federal.

“El balance de riesgos para el crecimiento se ha tornado más incierto y mantiene un sesgo a la baja”, de acuerdo con la minuta.

Las advertencias de varias calificadoras de bajar sus notas para la deuda de Pemex han puesto presiones a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que espera reducir la carga fiscal de la empresa, entre otras medidas para fortalecer sus finanzas.

Perspectivas de inflación, por encima de la meta

Sobre los precios al consumidor, que hasta la primera mitad de mayo se ubicaban en 4.43% a tasa anual, la mayoría de los miembros coincidió en que todas las expectativas se encuentran visiblemente por encima de la meta permanente del banco central, de 3% más/menos un punto porcentual.

Si bien la inflación general y la subyacente han aumentado, se considera que esto es transitorio y que la postura monetaria actual es congruente con la convergencia de la inflación a su meta en el horizonte en el que opera la política monetaria,

expuso la junta de gobierno.

En las minutas se reveló que el subgobernador Gerardo Esquivel difirió del resto de los miembros de la junta de gobierno sobre el tono restrictivo del anuncio de política monetaria, y advirtió que las expectativas de inflación podrían estar siendo afectadas por la propia comunicación del banco central.

También difirió de las conclusiones sobre el balance de riesgos para el índice de precios.

No es del todo improbable que estas expectativas estén siendo afectadas por la propia comunicación del banco central,

dijo el economista.