La aplicación de estímulos fiscales en el norte del país podría implicar una pérdida en la recaudación cercana a los 104,411.8 millones de pesos, revela la investigación Reducción del IVA e ISR en la Frontera: Impacto en Recaudación, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

La pérdida tributaria implicaría “un hueco importante en las finanzas públicas, presionadas por cambios sociodemográficos que tienen implicaciones en el presupuesto”, detalla el documento, en el que también se afirma que estas medidas fiscales pueden aumentar la competitividad en la zona fronteriza, así como atraer mayor inversión y consumo.

El estudio, publicado en septiembre de este año con estimaciones que contemplan las reducciones anunciadas hace un par de días, adelanta un posible escenario al Decreto de Estímulos Fiscales para la Región Frontera Norte que el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó este 29 de diciembre y que entrará en vigor el 1 de enero de 2019.

IVA, baja del 50%

Disminuir el Impuesto al Valor Agregado de 16% a 8% en 43 municipios fronterizos obedece a una regulación de tasa diferenciada que el país mantuvo desde 1990 y que finalizó en 2014, tras la homologación de esta contribución contemplada en la reforma fiscal.

La reducción en esta carga busca aumentar el consumo interno de la frontera norte con precios que compitan con productos de Estados Unidos, donde el gravamen sobre las ventas es menor.

Sin embargo, a través de un modelo matemático que utiliza datos de recaudación de 2016 (los más recientes por estado), el CIEP esquematiza los posibles cambios tanto de precio como de consumo que generarían una pérdida tributaria estimada entre 51,277 millones de pesos y 55,163 millones de pesos.

La cantidad es cercana al total de ingresos registrados por el IVA en Nuevo León en 2016, compara el estudio, cuando se recaudaron 56,641 millones de pesos. El total de este ingreso en el mismo año ascendió a 208,464.8 millones de pesos en la franja fronteriza del norte.

En el decreto, publicado el 29 de diciembre de 2018 en el Diario Oficial de la Federación, se señala que la frontera del norte de México mantiene una dinámica económica distinta al resto del país, razón por la cual se justifican estos beneficios fiscales.

“Y que derivado de su ubicación geográfica existe competencia directa con estados del sur de los Estados Unidos de América, lo que ha ocasionado una dependencia del dólar como moneda utilizada en esa región como valor de intercambio”, justifica el documento.

En un comunicado, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) alertó que, ante una falta de devolución ágil de los saldos a favor del IVA, podría darse una afectación crónica al flujo de efectivo de empresas de la región.

Reducción del ISR, sin antecedentes

El estímulo fiscal -vigente a partir del 1 de enero de 2019- de establecer el Impuesto Sobre la Renta en 20%, en vez de 30%, es una práctica de diferenciación que no se había aplicado en esta carga. El riesgo, apunta el CIEP, es que el tener una tasa impositiva menor pueda incentivar a que algunas empresas transfieran sus utilidades a la región fronteriza con el fin de pagar menos impuestos.

De acuerdo con el centro de investigación, con la tasa tradicional de 30% se obtiene una recaudación estimada en 68,296 millones de pesos, cifra que, con la reducción al 20%, sería de 45,531 millones de pesos: una pérdida de 22,765 millones de pesos.

El análisis de sensibilidad, que se basa en el estudio Income Shifting, investment, and tax competition: theory and evidence from provincial taxation in Canada, modela un rango de pérdida tributaria en el que contempla las posibles prácticas de grandes corporaciones y empresas pequeñas en relación a su propensión por mover ingresos de una entidad a otra.

“Debido a que empresas están moviendo ingreso de zonas donde aplica la tasa actual a la zona fronteriza, la pérdida en recaudación total sería la diferencia entre la recaudación obtenida del ingreso extra a una tasa de 30%, menos la recaudación obtenida a la tasa de 20%, más la pérdida de 22,765 millones de pesos obtenida anteriormente”, señala el estudio.

El resultado de contemplar estas nuevas variables apunta a una pérdida de recaudación que va desde 31,871 millones de pesos hasta 49,248.3 millones de pesos.

La investigación concluye que, para evitar estas posibles pérdidas, es necesario establecer reglamentos y leyes que eviten la movilidad de ingresos.

En el decreto firmado por el presidente de México se aclara que, para efectos de control y revisión, se deberá crear un “Padrón de beneficiarios del estímulo para la región fronteriza norte” administrado por el Servicio de Administración Tributaria, que contenga los datos de todos aquellos contribuyentes que opten por acogerse al estímulo.

Además de que sólo podrán aplicar a este beneficio aquellas personas cuyos ingresos obtenidos en esa región representen al menos el 90% del total de los ingresos del contribuyente del ejercicio inmediato anterior.