La junta de gobierno de Banco de México (Banxico) votó de manera unánime recortar la tasa de referencia en 25 puntos base para ubicarla en 4.25%.
Es el onceavo recorte consecutivo que aplica el banco central, aunque en esta ocasión fue menor al de las últimas cinco decisiones en las que Banxico bajó en 50 puntos base la tasa de interés.
Los retos derivados de la pandemia para la política monetaria incluyen tanto la importante afectación a la actividad económica como un choque financiero y sus efectos en la inflación,
precisó Banxico en su anuncio.
Desde agosto del año pasado, Banxico ha recortado la tasa clave en 400 puntos base.
La decisión está en línea con las expectativas del mercado, debido a la aceleración en la inflación, que hasta la primera quincena de septiembre se ubicó en 4.10%, es decir, fuera del rango objetivo del banco central que es de 3% +/- un punto porcentual.
“Nuestra expectativa es que recorte la tasa de interés de fondeo en 25 puntos base para dejarla en 4.25%. Esto podría generar algo de presión adicional sobre la moneda mexicana, pero esta sería limitada y temporal”, comentaron analistas de CiBanco en un reporte previo a la publicación de Banxico.
Humberto Calzada Díaz, economista en jefe de Rankia Latinoamérica, destacó que aún persiste un escenario complejo para la economía mexicana dada la evolución de distintos indicadores económicos.
Seguimos viendo un escenario negativo para la economía mexicana. Estos catalizadores (recortes a la tasa) no son suficientes,
indicó Calzada Díaz.
Mientras que un análisis de UBS destaca las señales que dio Banxico sobre el estrecho margen de maniobra que tiene la política monetaria.
Analistas consultados por Citibanamex pronostican que los recortes a la tasa de referencia han terminado para este año y que la tasa de interés estará en 4.25% al concluir el 2020.
Banxico destacó la estrategia de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) que mantendrá el estímulo monetario hasta que la inflación supere moderadamente su meta de 2%.
El banco central reconoció que prevalece un entorno de incertidumbre, pese a que la actividad económica en México mostró cierta recuperación en junio y julio.
Tras el anuncio, el peso cerró la sesión con una apreciación de 1.19% y cotizó en 22.0530 pesos, según datos de Banxico. En este sentido, el banco central recordó que en días recientes el peso ha estado “sujeto a episodios de marcada volatilidad”.
Previo a la decisión, CiBanco dijo que, cualquier recorte en la tasa de interés por parte de Banxico tendría impacto negativo, pero limitado, “cerca de 10 centavos”.
“La razón es que se reduciría un poco más el diferencial de tasas respecto a las de Estados Unidos, presionando a los activos denominados en la moneda mexicana, pero el diferencial seguirá siendo atractivo dado que la mayoría de las economías desarrolladas y emergentes tienen tasas cercanas a cero por ciento (incluso algunos países las tienen negativas)”, de acuerdo con CiBanco.
Respecto a la inflación, Banxico planteó que “las expectativas para el cierre de 2020 se incrementaron, mientras que las de mediano y largo plazos se mantuvieron estables en niveles superiores a la meta de 3%”.
Como riesgos a la alza de la inflación el banco central destaca episodios adicionales de depreciación cambiaria, presión de la inflación subyacente y problemas logísticos y mayores costos asociados a las medidas sanitarias.
En cambio, a la baja destacó un efecto mayor al previsto de la ampliación de la brecha negativa de la economía, menor presión de la inflación global y que las medidas de distanciamiento reduzcan la demanda de ciertos servicios.
La conducción de la política monetaria dependerá de la evolución de los factores que inciden sobre las perspectivas de inflación y sus expectativas, incluyendo los efectos que en ambas pudiera tener la pandemia,
agregó la junta de gobierno.
Para 2021, UBS ve posibles nuevas bajas en la tasa de interés de referencia, especialmente ante la probable salida de Javier Guzmán, cuya postura es considerada “hawkish”.