La debilidad de la economía mexicana pesará sobre las perspectivas fiscales de corto plazo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, consideró la agencia calificadora Moody’s.

La firma expuso en un reporte que la contracción de la economía en el primer trimestre del año, después de dos trimestres seguidos de desaceleración, impactará en los ingresos de la administración federal y complicará su agenda política.

La firma, cuya calificación crediticia para México es de A3 con perspectiva estable, indicó que el débil crecimiento se tradujo en ingresos por debajo de lo presupuestado entre enero y febrero, por lo que el gobierno recortó gastos en respuesta.

La calificadora recordó que en su actualización de directrices económicas de 2019, el gobierno indicó que un menor crecimiento reduciría sus ingresos en 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB), y que se necesitarían recortes al gastos de una magnitud similar.

Apuntó que los recortes de gastos han permitido a las autoridades mantener el objetivo de déficit fiscal federal de este año sin cambios en 2.1% del PIB.

Sin embargo, Moody’s manifestó que con riesgos a la baja para el desempeño económico de este año los ingresos del sector público pueden ser más bajos incluso que los estimados, y que se requerirían recortes adicionales al gasto.

En un contexto de desaceleración de la economía, la respuesta política procíclica de las autoridades podría exacerbar el crecimiento ya lento, atenuar el sentimiento y la inversión de las empresas y afectar las perspectivas a corto plazo de la economía

advirtió la calificadora.

Indicó que al gobierno le resultaría más difícil cumplir con los objetivos presupuestarios establecidos, lo que complicaría preservar su compromiso con la responsabilidad fiscal más allá de 2020.

La semana pasada Hacienda informó de medidas de austeridad para apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Además, el gobierno busca una mayor cobertura de los programas sociales y un mayor gasto en proyectos de infraestructura, incluidas las nuevas refinerías.

Si bien es manejable la situación en 2019 y 2020, la situación eventualmente generará tensiones entre su compromiso con la responsabilidad fiscal y otros objetivos de política en ausencia de medidas generadoras de ingresos

destacó Moody´s.

El gobierno ha descartado aumentar impuestos o crear nuevos en la primera mitad de sus seis años de mandato.

Las preocupaciones sobre las prioridades políticas potencialmente conflictivas del presidente López Obrador socavan la confianza del mercado, amenazando con frenar aún más una inversión ya deprimida y que pesa sobre las perspectivas económicas de México,

sostuvo la agencia.