La pandemia del COVID-19 tendrá consecuencias en la economía mundial, de las cuales algunos hogares no podrán librarse, por lo que en México, tanto autoridades como bancos han anunciado algunas medidas para evitar que los usuarios de créditos caigan en moratoria.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió el miércoles criterios contables especiales que aplicarán los bancos para los créditos de consumo, vivienda y comerciales para clientes que vean afectación en su fuente de pago, esto para contener los efectos adversos que tendrá el COVID-19.
El apoyo consistirá en el diferimiento parcial o total de pagos de capital y/o intereses hasta por cuatro meses, con posibilidad de extenderlo dos meses. Sin embargo, los clientes de bancos que decidan optar por esto deben ser cuidadosos y tener claras las condiciones.
Banorte, Santander, HSBC y BBVA son algunos de los bancos que han anunciado que diferirán los pagos de algunos créditos a sus clientes cumplidos, lo cual debe ser solicitado por sus páginas web o vía telefónica.
En el caso de Banorte, su página web indica que si sus clientes lo solicitan, pospondrán los pagos de los créditos durante cuatro meses, lo cual incluye tarjeta de crédito, crédito hipotecario, crédito de nómina, de auto, crédito personal y créditos de pequeñas y medianas empresas.
El apoyo consiste en no requerir el pago del crédito por cuatro meses sin afectar el pago mensual. No obstante, también advierte que, posponer el pago no significa que se dejen de generar intereses.
Por ejemplo, en el caso de tarjeta de crédito, indica que el saldo que no pague el usuario “sigue generando intereses de forma normal con la misma tasa (intereses ordinarios) hasta que lo liquides en su totalidad. El apoyo consiste en que tú no tengas que realizar el pago mínimo sin que afectemos tu historial crediticio y sin gastos de cobranza”.
Lo que no se acumularía son intereses penatorios. Sigue siendo una buena opción y solo si tienen problemas de liquidez (…) Hay que entender bien qué implica para la economía personal y las finanzas de las empresas, tener mucho cuidado con cuáles son los flujos de ingresos en los próximos meses y no descuidar que se pueda repagar el crédito
dijo Luis Madrigal, director de Coru.com, una plataforma que compara productos financieros.
Para el crédito automotriz, Banorte aclara que los intereses de las cuatro mensualidades de apoyo se adicionan al saldo del crédito, por ello se da un plazo adicional de siete meses a fin de no incrementar el pago mensual.
En general el programa consiste en el congelamiento de pagos. Si tengo un crédito de auto a 24 meses y pago 3,000 pesos mensuales y me adhiero el programa voy a dejar de pagarlos por cuatro meses, pero los voy a venir a pagar al final del periodo, es decir, en lugar de ser un crédito a 24 meses va a ser a 28
comentó Mario Di Constanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
En el caso de HSBC, la información que proporciona en su página web indica que si sus clientes están afectados por la situación del COVID-19, pueden posponer sus pagos hasta seis meses en los productos de tarjeta de crédito, crédito hipotecario, de auto, personal y nómina, crédito pyme.
HSBC aclara que, el programa de apoyo no aplica para personas asalariadas cuyo ingreso se mantenga sin impacto, y cita ejemplos de clientes que pueden recibir el apoyo, como el dueño de un restaurante o cadena de restaurantes que cerró debido a la contingencia, el empleado de un hotel que se quedó sin propinas para complementar su salario, un arquitecto al que le suspendieron proyectos, entre otros.
Los saldos se podrán congelar sin cargo de intereses ordinarios o éstos se podrán postergar o capitalizar. El aplazamiento de pago incrementará el monto del pago periódico una vez que se reactiven los esquemas de pago
dice HSBC.
Santander en tanto, informó que en caso de que lo necesiten pospondrán sus pagos por cuatro meses, aunque estos deben dejar sus datos en la página web y a partir del 1 de abril un ejecutivo los contactará.
“La iniciativa es un reflejo de la solidez que tiene la banca y su interés que tiene por los clientes, no es nueva, es similar a otras que se han usado en casos de emergencia para preservar la liquidez de hogares y empresas”, comentó Medina.
Ayer, a través de la @cnbvmx y en coordinación con las instituciones del Sector Financiero, anunciamos acciones para ayudar a los #mexicanos con un crédito a cumplir con sus obligaciones financieras ante la contingencia derivada por el #Covid19.https://t.co/7ROOLLWBXk
— Arturo Herrera Gutiérrez (@ArturoHerrera_G) March 26, 2020
BBVA dijo que ofrecerá a los clientes que lo soliciten, cuatro meses de gracia en capital e intereses para: créditos de auto, préstamos hipotecarios, crédito de nómina, préstamos personales, tarjetas de crédito, crédito simple para pymes y tarjetas de crédito de negocios, aunque por el momento no indica las condiciones para los intereses.
Los clientes podrán solicitar estas facilidades a partir del 2 de abril.
De esta manera, si los deudores conocen todas las restricciones y están conscientes de que no es un ahorro, ni un ingreso extra, sino solo una postergación del pago, puede ver un beneficio si es que tiene problemas de liquidez, y los bancos también ahorrarán en costos.
Para los bancos, es una forma de registro, si hoy no se paga porque la persona no tiene liquidez, los bancos tendrían que castigar esta cartera, incrementar sus reservas y llevar acabo acciones de cobranza, podría traducirse en costos y además, que eleven sus índices de morosidad, por eso creo que es acertado, gana el banco y los usuarios
dijo Di Constanzo.
El expresidente de la Condusef comentó que las personas que soliciten estas facilidades tengan claro que no es un ingreso extra, y si van a dejar de pagar generen un ahorro para el momento en que tengan que hacer los pagos, “pero que no se asuma que es un ingreso extra o una quita”.
Luis Medina recomendó informarse bien con la institución financiera y entender bien cuáles son los ingresos que están en riesgo, cuál es el presupuesto que con el que las personas pueden gestionar sus finanzas y no caer en la tentación de destinar los recursos a otro uso y endeudarse aún más, ya que solo son acciones de alivio momentáneo.