El impacto por el COVID-19 en la industria automotriz ya le cobra factura a Volkswagen, cuyos costos semanales ascienden a 2,200 millones de dólares, dijo el CEO de la firma, Herbert Diess a la cadena de televisión alemana ZDF.

El directivo indicó que si no se detiene la propagación del coronavirus se tendría que despedir a trabajadores de su plantilla laboral.

Diess afirmó que la firma, que emplea a 671,000 personas en el mundo, no factura ventas fuera de China y busca formas de reanudar la producción en otro lugar que no ponga en peligro a su personal.

Sólo si, al igual que China, Corea del Sur u otros estados asiáticos, logramos contener el problema, tendremos la oportunidad de salir de la crisis sin pérdidas de empleos. Requiere una intervención muy drástica.

Herbert Diess

La demanda en China se está recuperando nuevamente, pero la producción es sólo la mitad del nivel anterior a la crisis, declaró el ejecutivo.

Volkswagen, el mayor fabricante global de autos por ventas de vehículos, tiene 124 fábricas en todo el mundo, de las cuales 72 están en Europa y sólo 28 se sitúan en Alemania.

A mediados de este mes, Volkswagen suspendió la producción en las plantas de Italia, Portugal, Eslovaquia y España y se prepara para cerrar el resto de sus fábricas en toda Europa debido a la propagación del COVID-19.

En México, durante la semana pasada anunció el cierre temporal de dos plantas de producción en Puebla y Guanajuato.

“Hemos decidido parar operaciones de manufactura en nuestras plantas de Puebla y Guanajuato, del 30 de marzo al 12 de abril. Cualquier cambio en estas fechas se informará en su oportunidad”, dijo la unidad mexicana de la compañía en un comunicado.

Con información de Reuters