Los gobiernos estatales prefieren destinar un mayor porcentaje de su gasto presupuestario al pago de deuda pública, antes que dirigir esos recursos a la inversión productiva.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el gasto total de las 32 entidades federativas del país ascendió a tres billones de pesos durante el año pasado.

De este monto de egresos, 43.9% se destinó a transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas; 19.3% a servicios personales, 19.1% a municipios y 5.9% a deuda pública.

Llama la atención que solamente 3.1% del total del gasto de los estados se dirigiera a inversión pública, es decir, por cada 100 pesos que egresaron los gobiernos subnacionales, apenas tres pesos fueron para el rubro que denota a las economías locales.

Deuda por estados

De lo anterior, se deduce que las administraciones estatales prefieren gastar más en pagar sus pasivos que en impulsar el desarrollo económico a través de la inversión productiva.

Por monto, Nuevo León fue el estado que destinó más de su gasto total a deuda pública, con 47,317 millones de pesos en 2023; le siguieron Sonora (27,898 millones) y Ciudad de México (19,444 millones).

Mientras Querétaro fue la entidad con el menor nivel, de 78 millones de pesos; cabe destacar que como el gobierno estatal de Tlaxcala no cuenta con obligaciones financieras, no destina recursos al pago de deuda.

En proporción

En cuanto a la proporción de gasto a la deuda y el total de egresos, los estados de la frontera norte de México ocuparon los primeros tres lugares: Sonora (25.9%), Nuevo León (25.0%) y Coahuila (12.3%).

Otras entidades con porcentajes elevados fueron Quintana Roo (11.6%), Chihuahua (10.7%) y Durango (8.9%); por su parte, las menores relaciones se dieron en San Luis Potosí, Puebla, Guerrero y Querétaro, por debajo de 1% cada uno.

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