Durante el gobierno federal pasado, los obras insignia tuvieron un efecto positivo en la actividad industrial de los estados que albergaron los proyectos como la refinería de Dos Bocas en Tabasco que permitió que se colocará en la cima de crecimiento industrial; también Quintana Roo con el Tren Maya. Ahora es el turno de Oaxaca y Veracruz con el Corredor Interoceánico.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, durante julio pasado, de las 32 entidades federativas del país, 17 presentaron aumentos anuales en su producción industrial, que se integra por manufactura, minería, construcción y energía eléctrica.

El primer lugar nacional correspondió a Oaxaca con un incremento de 22.1% anual de la actividad industrial, que significó el mayor nivel en el último año, así como el tercer mes al hilo con variaciones de doble dígito.

Mientras la segunda posición fue para Veracruz con un alza de 11.8% anual, siendo el mejor resultado en los últimos 32 meses. En ambos casos, el motor fue la industria de la construcción, con avances de 28.7% y 38.7%, respectivamente.

El Corredor Interoceánico como común denominador

¿Cuál es el común denominador en Oaxaca y Veracruz? El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), proyecto del expresidente Andrés Manuel López Obrador, que busca fortalecer la conectividad y el desarrollo económico en la región, mediante un puente comercial entre el Atlántico y el Pacífico.

El CIIT es una plataforma logística que conecta los puertos de Salina Cruz, Oaxaca; Coatzacoalcos, Veracruz; Puerto Chiapas, Chiapas; y Dos Bocas, Tabasco, a través de 1,200 kilómetros de vías de ferrocarril y el sistema carretero nacional

define el gobierno federal.

Además, este corredor se caracteriza por albergar los Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebis), equivalentes a zonas libres por los incentivos fiscales y no fiscales, para atraer inversión y dinamizar las capacidades productivas.

También permitirá atender la demanda en las regiones Este y Medio-Oeste de Estados Unidos, así como reducir costos intermodales y tiempo de tránsito e integrar las cadenas de suministro de América del Norte.

Incertidumbre

El CIIT potenciará con mayor magnitud a Oaxaca y Veracruz, cuyo impacto positivo en su actividad industrial se alargaría dependiendo de la materialización de los planes de infraestructura de Claudia Sheinbaum de crear más corredores y polos de desarrollo que se conecten entre sí.

Sin embargo, emana la incertidumbre en dichos estados por los casos de Tabasco y Quintana Roo, pues al terminar las obras de construcción de Dos Bocas y, la mayoría, del Tren Maya, su actividad industrial se desplomó.

En Tabasco, la producción industrial disminuyó 11.8% anual durante julio pasado, que representó la sexta caída consecutiva, mientras en Quintana Roo la baja fue de 31.2%, la segunda al hilo.

Lo anterior se debe a que estas obras aún no detonan la vocación productiva para las que fueron construidas, por lo que surge la interrogativa de si pasará lo mismo en Oaxaca y Veracruz cuando finalice la construcción del corredor.

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