Después de casi cuatro años consecutivos con alzas, el consumo privado, que es el componente más importante de la economía mexicana al representar más de dos terceras partes del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, cayó al cierre de 2024.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior disminuyó 0.8% a tasa anual en diciembre pasado.
Esta baja del indicador más relevante del bienestar económico de la población, por reflejar la capacidad de los hogares para satisfacer sus necesidades mediante la compra de bienes y servicios, fue la primera desde febrero de 2021 (-5.3%).
Un elevado nivel de consumo es a su vez un reflejo de las diversas variables económicas que lo determinan. La variable principal que determina el consumo es el ingreso, sin embargo, las decisiones de consumo también están influenciadas por factores como la confianza que tienen los consumidores sobre la economía, el nivel de tasa de interés y los cambios de las expectativas sobre el futuro
explica Banco BASE.

Fotoarte: Natalia Montiel
Consumo de bienes importados, a la baja
Al interior del indicador, la disminución provino del desplome que sufrió el rubro de bienes importados en diciembre del año pasado, de 5.1%, siendo la primera variación negativa anual en los últimos 29 meses.
Lo anterior derivó de la depreciación del peso frente al dólar, de 17.92% anual en el último mes de 2024, siendo la mayor pérdida porcentual de la moneda nacional desde mayo de 2020 (22.51%), periodo de la emergencia sanitaria.
En tanto, los bienes y servicios de origen nacional avanzaron 0.1%, el peor cierre de año también desde 2020, lapso caracterizado por el “derrumbe” de la economía nacional debido a la pandemia.
Contracción mensual
A tasa mensual, el indicador (que se determina principalmente por el ingreso, la confianza, la inflación y la tasa de interés) se contrajo 1.12%, el peor resultado en 11 meses.
Mientras en todo el 2024, el consumo privado alcanzó un crecimiento anual de 2.6%, marcando una clara tendencia de desaceleración tras la pandemia y siendo el nivel más bajo desde 2020.
Sobre las principales variables del consumo, la tasa de desocupación se mantiene en mínimos históricos (pero con pérdida de ritmo en la creación de empleo formal); la inflación desaceleró; las remesas se recuperaron en pesos, y la tasa de interés atraviesa por un ciclo de recortes.
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