Rodrigo A. Rosales

Durante el 2021, el consumo de los hogares mexicanos registró un crecimiento histórico, aunque fue insuficiente para alcanzar los niveles que se tenían antes de que llegara el COVID-19 al país.

El Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), que mide el gasto por parte de las familias mexicanas en bienes y servicios de consumo, aumentó 8.3% anual el año pasado.

Dicho avance significó la mayor variación desde al menos 1993, año que comienza la base estadística del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La tasa de 8.3% tuvo como antecedente una caída de 11.2% en el 2020, año marcado por la llegada del COVID-19, es decir, el incremento del consumo privado fue producto de un efecto rebote.

Sin embargo, al comparar con los niveles del 2019, de acuerdo con datos desestacionalizados del INEGI, el gasto de los hogares de México se ubicó 3.8% por debajo del umbral prepandémico.

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Buen Fin y vacunas ayudaron a reactivar consumo, pero no fue suficiente

Lo anterior significa que el incremento récord de 8.3% anual del IMCPMI el año pasado, impulsado en gran medida por el programa federal del Buen Fin en noviembre, el avance de vacunación y una mayor movilidad, fue insuficiente para resarcir los daños que provocó el COVID en las familias. 

Por rubros, el gasto en bienes y servicios de origen nacional mostró una caída de 5.1% respecto al 2019, pese al alza de 6.5% frente al 2020.

En su interior, los subíndices de bienes y servicios reportaron ascensos anuales de 6.9 y 6.2%, respectivamente, aunque ambos se desplomaron contra los niveles prepandemia, teniendo como foco de atención la caída de 8.4% en servicios (en bienes la baja fue de 1.5%). 

Estos resultados demuestran que en relación al 2020, el Buen Fin, el avance en la vacunación de la población y al ascenso de la interacción social fueron incentivos para el consumo privado, pero no lograron que se regresara o superara el IMCPMI del 2019.

Mientras el rubro de bienes importados, pese a las disrupciones en la proveeduría de bienes, incrementó 23.8% anual en el 2021 y 7.3% frente al 2019.

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Foco de atención

El IMCPMI permite dar seguimiento de forma mensual al componente más significativo del Producto Interno Bruto (PIB) por el lado de la demanda, representando alrededor de 65% del total de la economía mexicana.

La inflación y los bajos ingresos laborales, que impactan de forma negativa en el poder adquisitivo de las familias mexicanas, son factores que provocaron que el consumo privado no alcanzara los niveles previos al COVID-19 y que podrían mermar este indicador para el 2022.

A esto se suman los efectos que provocaría el conflicto entre Rusia y Ucrania en los precios de energéticos, la compra de fertilizantes y granos y el tipo de cambio peso-dólar, elementos que se trasladarían a la inflación de México.