La construcción, uno de los sectores más beneficiados por los grandes proyectos de infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, terminó el año 2024 con caída en su nivel de producción tras dos años con alzas.
Dicha contracción provino de la disminución que sufrió la obra pública por el término de obras insignia, mientras el sector privado logró vencer las adversidades al avanzar.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor de la industria de la construcción disminuyó 6.9% a tasa anual real durante el año pasado.
Este resultado se dio después de dos años consecutivos con crecimiento, los cuales tuvieron un impulso por obras como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas o el Corredor Interoceánico.
Esto puede distorsionar la percepción del desempeño económico general y, en consecuencia, afectar la confianza de los inversionistas y los consumidores. Por lo tanto, aunque el efecto base es un fenómeno matemático, sus implicaciones pueden repercutir tanto en el dato de crecimiento, como en la dinámica económica y en las expectativas de crecimiento futuro
señala Banco Base.
Fotoarte: Jordy Jaimes
Obra pública “tumba” a la construcción
La caída de la industria de la construcción derivó del retroceso de 20.1% anual que sufrió la obra pública en 2024, con la conclusión de los principales proyectos de la gestión de López Obrador, y en espera de que comiencen las obras involucradas en el Plan México de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Dicha disminución representó el peor resultado para el sector público desde que se tienen registros actualizados (2006), sin embargo, le antecedió un aumento histórico de 68% en 2023.
Lo anterior también dio un efecto aritmético a la baja por la elevada base de comparación, pues el desplome de la obra pública se suscitó después de tres años al hilo con variaciones positivas.
Sector privado, resiliente
No obstante, la iniciativa privada dio la “cara” por la industria de la construcción el año pasado, pese a tener en contra diversos factores económicos, como un menor impulso de inversión pública y la incertidumbre por las amenazas de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El valor de producción de la obra privada aumentó 4.4% a tasa anual real en 2024, que si bien fue menor a los crecimientos de 2023 y 202, consiguió extender su racha a tres años con alzas.
Para Banco base, en 2025 la inversión podría seguir con un crecimiento bajo, como consecuencia de la cautela entre los inversionistas, tanto locales como extranjeros.
Puesto que, añaden expertos del grupo financiero, a nivel interno persiste la incertidumbre sobre la reforma judicial y a nivel externo, las tensiones comerciales con Washington podrían frenar proyectos de inversión y reinversión de utilidades en México.
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